🔹Capítulo Ocho🔹

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Capítulo 8: Mundos diferentes.

Muy dentro de mi cabeza tengo la certeza de que el infierno solo es un refugio para aquellos que buscan un poco de paz; una paz que ni el mismísimo cielo puede darte

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Muy dentro de mi cabeza tengo la certeza de que el infierno solo es un refugio para aquellos que buscan un poco de paz; una paz que ni el mismísimo cielo puede darte. En el paraíso solo podrás encontrar demonios con aureolas, mientras que en el infierno hay ángeles con cuernos y colas.

¿Por qué deberíamos tener miedo a morir, cuando aún no hemos sido capaces de vivir?

Esa pregunta me carcome día a día. ¿He vidido en realidad? ¿Mi muerte significará algo para alguien? ¿Quiero vivir o quiero morir? ¿Es que a caso no es lo mismo? ¿Qué es peor? ¿Vivir o morir primero? En realidad creo que todo esto se trata de supervivencia. La clave está en sobrevivir, porque morir es un sólo un descanso, mientras que vivir es demasiado fácil.

Sobrevivir para vivir.

Sobrevivir para después morir.

Todo se trata de sobrevivir.

Les dije... les dije que probablemente habría alguien que no podría salir de aquí.

Podría del verbo poder.

Es decir que pude no haber salido, sin embargo, las cosas no sucedieron así.

Porque yo sobreviví.

Gracias a él...

Siempre ha sido gracias a él.

En el preciso instante en que sentí la presión de una mano tomar mi tobillo y jalarme con una fuerza antinatural hacia el fondo del abismo que era el alcantarillado, supe que había sobrevivido.

Ahora mismo nos encontrábamos lo bastante alejados del psiquiátrico como para poder volver a respirar con normalidad, habiendo ya pasado por completo el túnel subterráneo que se conectaba a través de las alcantarillas con una salida externa del lugar. Algo que el siniestro muy astuto, logró descifrar. Aunque algo me dice que él ya lo sabia, parece como si se conociera este lugar mejor que nadie, lo cual no debería sorprenderme. Este pueblo está maldito, tanto como lo estamos todos nosotros.

Alexa había logrado despertar. Cuando ella abrió sus vivaces ojos verdes, carentes de brillo por los efectos de la anestesia, se sorprendió al ver el familiar rostro que aún la sostenía entre sus brazos. Chandler la dejó en el suelo de inmediato y se aseguró de que estuviese en perfecto estado y lo suficientemente sólida como para seguir a pie el camino.

Siempre he dudado con respecto a los sentimientos de la rubia por mi mejor amigo. ¿Cómo puede alguien no sentir absolutamente nada por una persona que es capaz de darlo todo por ella? Muchos dirán que es justo lo que me pasa a mí con él, la diferencia está en que ambos somos capaces de dar la vida por el otro, porque si bien cualquiera pensaría que bajo todo ese efecto de hermanos que siempre tenemos puede existir un sentimiento real, eso no es así, porque ahí está la diferencia, en el trato. Chandler y yo nos tratamos como la familia que somos, mientras que con Alexa no, a ella la mira como si fuese la única mujer viva en el mundo, solo tiene ojos para ella. Es justo ahí cuando me doy cuenta de lo que sucede, por la forma tan diferente en que ella lo mira a él. Alexandrine no puede verlo igual porque ella siente exactamente lo mismo que yo siento por Chadi, un amor familiar.

Los nueve siniestrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora