Sin Salida [SasuNaru]

Capítulo 12

—Fallé —dijo el francotirador a su compañero.

—¿Como que fallaste?

—Cómo lo oyes.

—Ah —dejó salir un suspiro— Que va, igual van a morir, solo es cuestión de tiempo, dos mujeres solas no tienen muchas posibilidades.

Sakura e Ino estaban asustadas, habían corrido y se habían refugiado en un callejón ni bien oyeron y sintieron el disparo cerca.

—¡¿Qué fue eso?! —preguntó Ino con voz aguda provocada por el miedo.

—Creo que alguien está intentando asesinarnos.

—¿Qué haremos ahora?

—No podemos esperar, pero tampoco podemos cruzar por allí —observó el callejón sin salida—, podemos entrar a alguno de estos edificios y buscar otra salida.

—¿Y si hay alguien malo dentro?

—Veremos cómo arreglarnos, no estamos mejor esperando acá fuera.

Ino asintió y siguió a Sakura quien forcejeó con una puerta  para adentrarse al edificio pero no logró abrirla.

—Escaleras de emergencia —dijo la rubia y Sakura miró hacia arriba.

Podría ser una buena idea, solo que antes debían lograr bajarla para poder subir.

—Iré a orinar tú quédate vigilando y recuerda, si ves un civil —llevó su mano a su cabeza e hizo un movimiento como si esta fuese un arma siendo disparada—, te deshaces de él y esta vez no falles como un idiota.

—Como sea, vete antes de que te hagas en los pantalones e inundes el lugar con tú asqueroso aroma a viejo choto meado.

—Más respeto imbécil —le dijo y se fue apresurando su paso.

«Mira que llamarme así, maldito mocoso.»

Se encontraba en el pasillo orinando y tan perdido en sus pensamientos que no oyó los pasos de alguien acercándose hasta que ya fue demasiado tarde para hacer algo.

Una mordida en su garganta y no pudo gritar solo patalear hasta que perdió la vida.

—Maldito Danzo —rió el francotirador jugando con una navaja.

«Atacar a una ciudad así no más —negó—. Aún no logro comprender del todo qué demonios planea con esto, pero qué más da, órdenes son órdenes.»

—No me sueltes —dijo temerosa la rubia temblando temiendo caer.

No habían encontrado nada en el callejón para poder subirse y alcanzar las escaleras por lo cual a Sakura no se le ocurrió mejor idea que la de treparse una a los hombros de la otra para poder llegar a las escaleras y bajarlas.

Como Ino parecía ser la más liviana y débil, la obligó a subirse a sus hombros.

Claro que tardó un poco en convencerla ya que ésta decía tenerle miedo a las alturas.

—No te soltaré al menos que no te apures —le dijo para que se apresure en alcanzar las escaleras.

—Ya casi.

—¿Qué eres? ¿Un civil o un infectado? —preguntó el francotirador mirando hacia un sujeto que caminaba entre los cadáveres.

Sakura sostenía de las piernas a la rubia aunque sabía que si caía iba a ir de cara.

—¿Qué fue eso? —preguntó Ino y volteó a ver— Hay alguien herido allí —le avisó a Sakura—, nos está mirando.

—¡Baja la escalera que ya no aguanto! —le apresuró, sentía sus piernas temblar, no aguantaría más el peso sobre sus hombros y perderían la oportunidad de subir.

—¡Lo tengo! —dijo Ino tomando el metal y tironeando de este al tiempo que caían— ¿Estás bien?

—Si, o eso creo —rió Sakura—, subamos.

—¿Y él? —preguntó Ino apuntando a la entrada del callejón.

—Tenías razón —dijo el francotirador a su compañero cuando lo oyó volver— Ellas no durarán, un infectado ha entrado al callejón en donde ellas se refugiaron.

—Oye tú —Sakura se puso de pie e hizo señas al hombre—, sal de ahí y ven con nosotras, pueden dispararte —habló atropelladamente temiendo que en cualquier momento el sujeto reciba un balazo en la cabeza.

—¿Será sordo mudo? —se preguntó Ino en voz alta.

—Es posible —contestó Sakura—, tú ve subiendo que yo iré a traerle.

Ino asintió y comenzó a subir mirando de vez en cuando hacia atrás para ver lo que hacía la pelirosa.

—Señor —Sakura habló acercándose lentamente al sujeto y mirando tras él temiendo que desde alguno de los edificios alguien disparara y acabara con su vida—, no es seguro aquí —a solo unos pasos se detuvo y miró impresionada la gran mancha de sangre que antes no notó en el costado del hombre— ¿Está herido? —apuntó— Le puedo ayudar si quiere solo venga —intentó nuevamente pero esta vez obtuvo más que una contestación.

El hombre gruñó y comenzó a avanzar tambaleante hacia ella.

Ino se había detenido en un descanso para observar el suceso, no entendía muy bien que ocurría pero le dio escalofríos y una muy mala espina al ver lo que sucedía frente a sus ojos.

Sakura comenzó a retroceder varios pasos, algo no andaba bien, algo no cuadraba, y lo descubrió cuando el sujeto tropezó cayendo de cara dejando a la vista su espalda desgarrada y sangrante, como si la hubiesen triturado.

—¡Corre Ino! —dijo y comenzó a subir las escaleras sin tener la intención de mirar hacia atrás, con solo oír los gruñidos le era suficiente para saber que el sujeto estaba cerca.

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