Sin Salida [SasuNaru]

Capítulo 2

—¿Qué...? —Naruto abrió los ojos, una neblina de humo no le permitía ver lo que ocurría a su alrededor.

Enderezándose quedando sentado achicó los ojos para poder enfocar más allá de la humareda.

Vio a alguien acercarse cojeando.

—¿Sasuke? —preguntó y se obligó a ponerse de pie, aunque un mareo casi lo hace volver al suelo.

Tocó su propia frente sintiendo un pinchazo de dolor.

Sangre es lo que descubrió.

—¡Sasuke creo que estoy herido! —dijo levantando la voz y volviendo su vista hacia donde se supone que venía el azabache— ¿Dónde estás? —no había nadie.

—Agh… ¿Naruto? —no le había costado mucho volver en sí luego de la caída, por lo cual ni bien estuvo lo suficiente lúcido se aseguró de no estar herido de gravedad.

Solo se encontró con unos cuantos golpes y heridas sangrantes pero que eran tan pequeñas que no valía la pena preocuparse por aquello.

Así que ignorando el dolor en el cuerpo se puso de pie para buscar al rubio.

Según él, no debía de estar muy lejos.

Por desgracia el humo no le dejaba ver bien, además de que molestaba en la garganta.

Entre la neblina vió a alguien pasar a prisa por lo que le siguió.

—¿Naruto eres tú? —caminó tras este perdiéndolo enseguida de vista— Soy yo, Sasuke ¡Detente! —le gritó cuando lo volvió a tener en su campo visual, llegó tras este y estiró la mano para voltearlo.

—¡Sasuke creo que estoy herido! —oyó y enseguida se detuvo— ¿Dónde estás? —luego de oír la voz del rubio dudo en preguntarle a aquella persona quien era y porque huía de él.

Un gruñido fue lo que oyó antes de que la persona volteara y se deje ver.

—¡Qué demonios! —aquella persona o lo que sea que era se lanzó sobre él tirando mordiscos al aire queriendo alcanzar su cuello o lo que esté a su alcance— ¡Detente! —exigió.

Pero por más que lo alejaba empujándolo y golpeándolo aquella persona no se detenía.

—Me estoy enojando —advirtió queriendo pararlo.

—¡Sasuke! —apareció Naruto cerca del sujeto y llamó con felicidad y sintiendo que se sacaba un peso de encima.

El azabache volteó a verlo al mismo tiempo que aquella persona quién gruñó hacia el rubio.

—¡Corre!

Naruto no pudo reaccionar solo sintió que caía, un peso sobre él le impedía hacer lo pedido por el azabache.

—¡Aléjate! ¡Sasuke ayúdame! —intentó alejarlo colocando sus manos en los hombros de aquella persona.

Sasuke no lo pensó dos veces para acercarse a ayudar al rubio. Naruto abrió los ojos como platos cuando sintió dolor en sus brazos.

¡Aquella persona le había rasguñado!

Cediendo por el dolor dejó paso libre al sujeto quien se lanzó a morder entre su hombro y cuello.

—¡Aghh! —lo empujaba pero ya le era imposible sacárselo de encima.

—¡Maldito! —gritó Sasuke tomándolo del cuello y un brazo tironeando de él y alejándolo del rubio.

Este sintió parte de su piel ser arrancada, sintió el desgarre y el dolor no solo en sus brazos sino ahora también en su cuello.

—Naru —llamó Sasuke acuclillandose a su lado y sin saber que hacer, acercando sus temblorosas manos pero no tocando nada.

Otra vez oyó aquel gruñido por lo cual volteó mirando con odio a aquella persona que dañó a su amigo.

—¡Te mataré! —dispuesto a cumplir con su palabra buscó algo con lo que llevar a cabo su cometido, encontrando entre los escombros a su alcance un metal con forma más o menos  triangular, lo tomó y corrió hacia aquella persona que ni bien él había hecho su primer movimiento así también se había lanzado a su ataque.

Logró esquivarlo a tiempo cuando este quiso atrapar su brazo y de un rápido movimiento le propinó un fuerte golpe con el metal en la nuca haciéndolo caer y para rematar lo volvió a golpear una y otra vez en el mismo lugar hasta que ya no vio movimiento por parte de el sujeto.

Se quedó observando lo que había hecho pero los quejidos de dolor por parte del rubio lo hicieron volver a la realidad en la que posiblemente no habría un final feliz.

—Pero mira lo que te ha hecho —rompió las mangas de su camisa y la cortó en tiras—, dolerá —le dijo y primero se encargó de envolver la que se veía más grave.

Levantó la cabeza del rubio y pasó el intento de venda, con dos vueltas y luego lo ató, Naruto se quejó cuando sintió la tela apretar contra su herida.

—Lo siento —se disculpó el azabache y luego prosiguió a vendar las otras heridas.

La tela blanca pronto se manchó de rojo, cada una de ellas.

Sasuke acarició la mejilla del rubio, y este aunque quería gritarle que haga algo más sabía que su amigo no podría hacer por el momento más que eso.

—No te preocupes conseguiremos a alguien que pueda ayudarte —observó el humo disiparse poco a poco y volvió su vista hacia Naruto—, te cargaré —se dió vuelta y se quedó en posición para que Naruto se subiera a su espalda.

Éste con dificultad se enderezó y casi arrastrándose se subió a la espalda del Uchiha quién tomó por las piernas al rubio.

—Sostente —los brazos de Naruto se enredaron en el cuello de Sasuke.

Aunque este movimiento le causó dolor gracias a la herida no solo de sus brazos sino también de su cuello, prefirió callarse y aguantar en silencio.

Sasuke no debía porque cargar con todo, ya era más que suficiente con que no lo hubiera dejado abandonado desde un principio.

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