Sin Salida [SasuNaru]

Capítulo 3

—T..tengo sed —apenas pudo pronunciar el rubio.

Sentía su garganta y labios secos, y el dolor de las heridas no había menguado ni un poco.

«Es por la pérdida de sangre —pensó Sasuke, recordaba que alguien le había dicho que cuando uno pierde cierta cantidad de sangre comienza a tener sed ya que perdió líquido vital y necesita ser repuesto.»

—Ya encontraré algo —le dijo sin detener su paso.

Naruto no era pesado en lo absoluto, pero el haberlo cargado lo que supuso aproximadamente más de una hora sobre su espalda le estaba cobrando factura.

Naruto asintió con la mejilla sobre el hombro del azabache y sin tener intención fue cerrando sus ojos.

—¿Naruto? —Sasuke sintió como el cuerpo del rubio se relajaba sobre su espalda— ¡No te duermas! ¿Me oyes? ¡No cierres los ojos!

Varios disparos al final de cuadra lo obligaron a detenerse en seco. Naruto volvió a abrir sus ojos con demasiada pesadez.

—¿Qué fue eso? —le preguntó al azabache.

—Disparos, debemos ocultarnos —retrocedió pasos hacia atrás sin dejar de mirar hacia el frente.

Temía que aparecieran soldados enemigos y que les disparasen, y no iba a permitir que nada le pasara a Naruto.

Se arrepentía de anteriormente no haber actuado lo suficientemente rápido y por eso ahora Naruto la tenía que pagar sufriendo.

Sintió un tirón en su espalda y el peso que llevaba ya no estaba allí.

—¡Estás infectado! —un soldado apuntaba al rubio quién se llevó la mano al cuello mientras respiraba agitado.

—¡¿Estas demente?! —Sasuke lo enfrentó posicionándose frente al soldado y dejando a sus espaldas al rubio, pero retrocedió un paso al tener el arma apuntándole directo a la cabeza— ¡Él está herido!

—¿Cómo se lo hizo? —esa pregunta desconcertó al azabache— ¡¿Que cómo se lo hizo?! —se corrió hacia un lado para apuntar al rubio pero Sasuke se volvió a interponer.

—Fue atacado —le dijo frunciendo el ceño.

—¡Lo sabía! —se adelantó empujando al azabache y apuntó al rubio quien aún seguía en su lugar— ¡Muere engendr… ¡Ahhh! —gritó cuando otro soldado le saltó encima y le mordió el cuello.

Con el arma aún en mano hizo lo posible por dispararle y lo logró a duras penas.

—¡No, no, no! —se agarraba de la cabeza— ¡No puede… ¡Ugh! —cayó sobre sus rodillas arañandose el pecho ante la mirada estupefacta de ambos jóvenes.

Sasuke no perdió tiempo y se apresuró a apartar a Naruto haciéndole que se apoyara en él.

En poco tiempo el soldado había caído de espaldas y convulsionaba, con movimientos frenéticos y largando quejidos.

«¿Estará muerto? —se preguntó mentalmente el azabache cuando vio que este dejó de moverse y que su pecho no subía y bajaba.»

No tenía intenciones de verificar cuál era el estado de aquel soldado por lo que sin más volteó junto con el rubio y lentamente comenzaron a andar.

Naruto abrió los ojos impresionados al mirar de reojo hacia atrás volteando apenas su cabeza y notando que el soldado estaba de pie pero se veía extraño, sus piernas se notaban flexionadas y la mitad superior de su cuerpo inclinada levemente hacia atrás.

—Sasu...ke —se detuvo y el azabache junto a él.

—¿Qué?

—Mira.

Sin soltarle, Sasuke solo dió vuelta la cabeza y quedó impresionado al ver al soldado que creyó muerto estar de pie y ¿gruñendo?

Y luego solo se detuvo y cayó.

—¿Qué le pasó? —preguntó a Naruto.

—Si ven a alguien así deben de correr —explicó un joven de piel pálida.

Sasuke se alarmó al verle con traje militar enemigo.

—¡Oye no se asusten! —le dijo al ver cómo le miraban— Este traje se lo robe a uno de esos tipejos —apuntó a los soldados—, es más como un seguro por si me cruzo con ellos no me van a disparar.

—¿Cómo sé que no me estás mintiendo? —preguntó Sasuke.

—¿Los salve o no? —sonrió— Si no hubiese matado a esa cosa ahora mismo serían su comida ya que por lo que veo no saben defenderse muy bien —dicho esto miró con curiosidad al rubio quien apenas se mantenía en pie.

—¿Qué le sucedió? —preguntó Sasuke refiriéndose al militar— Antes nos encontramos con otro sujeto igual de loco que este —agregó desviando la atención del otro pelinegro hacia él.

—Si quieren que les diga siganme —al ver que ninguno de los dos se movía siguió—. No es seguro aquí, no podemos ponernos a charlar como si no hubiese ningún peligro.

Sasuke miró a Naruto que intentaba mantener sus ojos abiertos, notó su piel más pálida y sus labios resecos.

—No creo que tu novio pueda seguir soportando estar de pie, tal vez necesite descansar —agregó el pelinegro—. Por cierto soy Sai —se dió vuelta y comenzó a caminar, ahora sí siendo seguido por Sasuke quien volvió a cargar sobre su espalda al rubio.

—Él no es mi novio —dijo luego de un rato el Uchiha al caer en cuenta de lo que había dicho el tal Sai.

—¿Cómo se llaman? —sin embargo este no le tomó mucha importancia a lo dicho.

—Sasuke.

—¿Y él?

—Naruto —respondió Sasuke mirando de reojo al rubio.

—Oye, no es que quiera ser metiche ni nada por el estilo —dijo Sai deteniéndose—, pero… ¿Cómo se hizo las heridas? —volteó apuntando con un arma al rubio.

«¿Otra vez? —pensó Sasuke— Miente —le dijo su mente, recordaba lo que había pasado cuando dijo la verdad.»

—Sucedió cuando bombardearon la maldita ciudad —le dijo entre dientes esperando que el otro se trague la mentira.

—Mn… —Sai entrecerró los ojos pero unos segundos después volvió a sonreír y guardó su arma— Ok, les creo.

Sasuke suspiró relajándose sin ser tan obvio.

—¿Por qué la pregunta? —quiso saber.

Sai se detuvo frente a unos de los tantos edificios que aunque estaban con vidrios y balcones destrozados aún seguían en pie.

—Entren —dijo y entró seguido de ellos guiándolos por unas escaleras sonriendo por como Sasuke hacía el esfuerzo para no caer junto a su preciada carga.

Por último llegaron a un pasillo por donde los guió hasta una de las puertas y abriendo les dio paso.

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