Sin Salida [SasuNaru]

Capítulo 18

El tic tac del reloj comenzaba a fastidiarla, además de los nervios que tenía acumulado junto a otras cosas como dolor de cabeza, miedo, inseguridad, etc..

—¿Qué sucede? —Sakura notó eso por lo cual se acercó a la rubia sentándose en la cama a un lado de ella—¿Qué es lo que te preocupa?

—Todo —respondió largando luego un suspiro—¿Y si no logramos salir de esto? —preguntó mirándola a los ojos.

—¿A qué te refieres? —frunció el ceño y la otra desvío la mirada, volviendo a concentrarse en un punto invisible.

—Podríamos morir en cualquier momento ¿Viste esa cosa? —apretó sus manos en puños— ¿Y si hay más de ellos? Nosotras dos no podremos contra eso —negó y se cubrió el rostro con ambas manos—. Tal vez tú sí pero yo… —musitó en voz baja pero la pelirosa alcanzó a oírla.

—Yo dije que las dos juntas podríamos. Además no temas que en todo caso yo estaré ahí para protegerte si tienes miedo —le acarició el cabello— Pero si crees que no es suficiente entonces buscaremos a alguien más.

Ante aquellas palabras la rubia levantó la mirada con alegría.

—¿Otros sobrevivientes? —preguntó y Sakura asintió— Lo siento —dijo bajando la mirada.

—¿Por qué te disculpas?

—Por pedir más cuando tú deberías ser suficiente.

—No lo hagas —dijo Sakura—, te comprendo.

—Solo es que… no quiero morir —terminó en un susurro.

—Y no lo harás —sonrió Sakura—, mañana a la mañana saldremos y buscaremos ayuda para salir de esta ciudad si es posible —le dijo tranquilizandola—, por hoy solo descansemos.

Por el momento las cosas estaban marchando según el plan. Sasuke había encontrado una entrada por atrás de la tienda. Claro que antes de llegar hasta allí colándose por un paredón tuvo que deshacerse de unos cuantos "caminantes", pero nada de lo que no pudiese arreglárselas.

Solo esperaba que Sai hiciese su parte sino lo destriparia. Corrección: igualmente lo destriparia, pero eso sería después de que este le ayude.

—Espero que ese inútil haga lo que le mandé —dijo en un susurro entreabriendo la puerta y viendo hacia dentro del local que aunque estaba tenuemente alumbrado por la luz del día, era suficiente para ver la cantidad de esas cosas como sombras caminando, chocando entre ellos y gruñendo.

Pasaron unos cuantos minutos y no sucedía nada. El pelinegro ya estaba pensando en la peor de las formas de tortura para cuando atrape a Sai pero el ruido de alarmas de vehículos sonando silenció sus malos pensamientos por el momento.

Volvió a ver hacia el interior y vió como iban saliendo poco a poco de la tienda entre empujones y pisándose entre ellos hasta que solo quedaron dos que eran sordos o no eran demasiado tontos para caer en la trampa.

Con precaución y evitando hacer ruido para no llamar su atención se adentró al lugar y a paso lento caminó buscando con la mirada el lugar donde el rubio pudiese haber ocupado para esconderse.

Caminó hacia donde estaban las estanterías y recorrió alerta cada pasillo.

—¿Dónde estás? —preguntó sin ver rastro alguno de él.

—¿Sasuke? —enseguida volteó a ver al oír aquella voz cansada pero aún así conocida para él.

Naruto estaba al final del mismo pasillo, se sostenía de un estante y se notaba débil pero aún así sonrió.

Sasuke sintió por fin calma en su corazón, por fin lo había encontrado y ya no volvería a perderlo de vista. Ambos saldrían de allí. Él se aseguraría de eso.

Pero su expresión se volvió a una de pánico cuando vio a esos dos que habían quedado en la tienda acercarse al rubio.

¿Acaso los malos sucesos jamás acabarían?

Estando en medio de un apocalipsis ¿Qué de bueno puede haber en ello?

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