Loco Y Estúpido Amor || Stuart Twombly

Table Dance

Previamente En Loco y Estúpido Amor

(…)

—Travesuras como éstas me hacen recordar a cuando tú y Klaus tenían ocho y diez años y yo tenía ocho —Si, Collin y yo éramos mellizos pero el estúpido era mayor por cinco minutos, y según él es mi hermano mayor ya que tiene más conocimiento de la vida que yo (no entiendo qué acontecimiento importante pudo haber pasado en esos cinco minutos que el doctor tardó en sacarme de mamá pero prefiero ignorarlo, después de todo, la chica genio siempre sería yo)— por nuestra culpa el perro de los vecinos lloriquea y corre a esconderse cuando nos ve pasar por ahí.

Pues si, pot nuestra culpa Ruffus usa andadera canina luego de haberlo atropellado dos veces en el mismo día con nuestro Jeep de marca Hasbro.

—Les huye a ustedes porque son feos, a mi me ama.

—Idiota, somos mellizos —rodé los ojos— como sea, ¿Dónde está Chandler?

—Ah, Klaus lo ha llevado de compras al super, necesitábamos más comida congelada y jugo de naranja.

Acaricie mis cienes

—Por el amor de Dios, Collin, asegúrate de que Klaus no olvide al bebé dentro del congelador de helados otra vez, el dueño del super ya nos ha amenazado con llevárselo a su casa porque somos un asco para cuidarlo.

—La última vez no lo dejamos olvidado en el congelador de los helados...

—Obvio que no —Dije— porque el idiota que se quedó atrapado ahí la última vez fuiste tú.

Collin gruñó

—Cállate mocosa —se quejó— por cierto, ¿Podrías explicarme porqué carajos Gavin pregunta tanto por ti?

Al escuchar aquello, literal, casi caigo de la silla.

—¿Ga...Gavin? ¿Gavin Seanfield...? —titubee— ¿El mismo Gavin Seanfield que yo conozco?

—Si, mi mejor amigo —cabía destacar que la amistad de Collin y Gavin era muy fuerte y con fuerte me refería a que cada vez que discutían era peor que un matrimonio en crisis— ¿Qué se traen tú y mi bebé?

—Tiene 17 años, ya no es un bebé...

—¡QUE ES UN BEBÉ, DIJE!

Separé el auricular de mi oído ante aquel maldito grito

—Collin... —gruñi en forma de réplica— nada que te importe, literalmente nada en especial —empecé a decir rápidamente— ¿Porqué? ¿Te ha dicho algo de mi?

—Nada en especial. Sólo quería invitarte al estreno de esa nueva película de los Vengadores y como le dije que te has ido a tu campamento nerd, me va a llevar a mí —presumió.

—A veces eres tan... detestable, Collin McAllister

—Lo sé, ya me lo han dicho... incluso la Señorita Fitz