Loco Y Estúpido Amor || Stuart Twombly

Don't Questions

Flynn

-¿Lo has oído? -preguntó Stuart volviendolo a sentar sobre su regazo- ¡Ha dicho mamá! Dime que lo oiste. ¿Lo hiciste, verdad?

-Si, lo hice.

Desgraciadamente lo hice.

Stuart al ver mi poco entusiasmo ante lo sucedido, frunció el ceño.

-¿Qué? ¿Ya lo ha dicho antes?

-No. Es su primera palabra -dije- yo... creo que ya es hora de llevarlo con papá.

Me levanté y tomé a mi hermano de sus brazos.

-Oye... -llamó mi atención- ¿Sucede algo?

-¿Debería suceder algo?

-No lo sé, dímelo tú. De pronto estás actuando extraña.

Levanté las cejas.

-¿Yo? ¿Extraña?

Stuart se levantó del césped y sacudió su pantalón.

-Sí, tú. ¿He hecho algo que te ha molestado?

-Yo... no, no es tu culpa, Stu -murmure- yo...

-Ma...ma. mamá.

Miré a Chandler, aún me miraba así.

-No me llames así.

-Mamá.

-¡Que no me llames así, Chandler Ross McAllister! -lo regañé ésta vez un poco más sería haciendo que su pequeña y adorable sonrisa desapareciera.

Me arrepentí mucho después.

-Flynn... -me llamó Stuart- es sólo un niño.

-¡Stuart, él no...! ¡Yo no soy...! -solté un gruñido- él no puede llamarme así, yo... él no tiene porqué llamarme así.

Tomó mi mano.

-Hey, hey... -su voz se suavizó- está bien, está bien...

-Yo... -balbuceé- no me estoy sintiendo bien, ¿Okay? Necesito regresar a mi habitación.

Stuart asintió no muy convencido.

-Al menos deja que los acompañe de regreso. En unos minutos apagaran las luces -dijo- éste lugar es enorme y algún idiota puede estar rondando por ahí, es peligroso.

En todo el camino de regreso no dejó de hacer reír a Chandler así que volví a pasárselo. Ambos parecían llevarse bien, eso era bueno para él, en cierta forma. Una parte de mí estaba molesta conmigo misma por haber regañado a Chandler de esa manera, él no tenía la culpa de haber dicho lo que dijo, era sólo un niño y era una etapa por la que todos debíamos pasar pero, Dios, tanto que mis hermanos, papá y yo nos habíamos esforzado en criarlo para que el crédito de sus primeras palabras se lo llevara... esa.

Era inaceptable. Definitivamente inaceptable.

Volvimos a nuestro edificio luego de un rato y Chandler yacía dormido profundamente en los brazos de Stuart. Nuestro equipo estaba en el lobby bromeando con Jefazo mientras Neha le hablaba y le hablaba a Collin pero mi mellizo estaba tan inmerso tragándose ése yogurt con una pasión indescifrable que apenas y notaba su miserable existencia. Klaus por otra parte parecía que había hecho la compra por todas esas bolsas de víveres a su alrededor. No tenía que usar mucho el cerebro para saber que habían saqueado la cafetería.

Esos dos a veces me hacían pensan que tenía a Shaggy y a Scooby Doo como hermanos.

-¡Ahí están mis muchachos! -exclamó Jefazo- ¿Qué tal el paseo de regreso?