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30/05

Hoy volvi a encontrarme con aquel sujeto que me provocó lo contrario a la comodidad, eran nervios que hacían que mis piernas temblaran hasta que mi cuerpo pareciera querer desvanecer, era un terror inconsciente, en pavor, yo solo quería correr. Así fue la primera impresión cuando había salido del departamento, tenía que buscar los ingredientes pues se me habían acabado y quería hacerle una pequeña sorpresa a Error.

Supe que estaba de cumpleaños en unos días y lo único que podía darle era lo único que sabía hacer, empero, haría lo mejor de mi mismo para que se sorprendiera, tenía que pagarle todo lo que había hecho por mi.

Estaba por la ciudad buscando chocolate, uno especial para darle un saber más especial, pero me había perdido y tenía que ubicarme antes de que se hiciera tarde, estaba algo desesperado, pero trataba de no evidenciarlo, odio sentirme así, atrapado en mi pecho, dudando de todos los pasos que estaría dando, sin acercarme a las afueras de la ciudad o en los parques, si descansaba, era en un banco del centro, viendo las palomas comer de las migas que tiraban algunos niños emocionados por controlar parte de esas pequeñas criaturas, aunque pronto las palomas eran las que se acercaba aleteando buscando más alimento, los niños pronto chillaban, y mi cuerpo inmóvil solo observaba.

La sensación de sentirme vigilado aumentaba cada vez más, tenía que buscar pronto las cosas y así llamar a que me buscaran, prefería eso que perderme más, quería volver pronto a casa.

No obstante pronto como doblé la esquina exasperado, choqué con él. Nunca pude olvidar su nombre, pese haya botado su tarjeta, su nombre se retenía en mi mente. Se me había caído la bolsa de compras pero él, Nightmare, la pudo sostener, pero no a mí. Me levanté en un impulso rápido encogido de hombros, su sonrisa me intimidaba.

¿Apurado? Preguntó, un tono de sorna capaz de hacerme estremecer.

Yo tartamudee, vacilando si responder o no, era un desconocido, uno el cual me hacía sentir que estaba en peligro. Dije que buscaba una tienda, y se ofreció a ayudarme.

Quería decirle que no, pero de mi boca salió un sí, como hipnotizado estaba caminando de un momento a otro a su lado, él seguía teniendo mis cosas y yo solo trataba de no hablar sobre sus preguntas, era una amabilidad agria la que recibía, solo quería llegar a mi destino, parecía que el aire se hacía denso, y en mis muñecas habían un gran ardor.

Solo cuando llegué a casa pude ver que mis brazos estaban marcados de mis dedos, me duele, siento que acabo de escapar de una pesadilla, y no quiero que los días pasen, pues él antes de irse había dicho que la próxima semana iría a pedir algo de mi pancarta.

Agradecí, y apenas llegué a casa me encerré, no pedí que me buscaran, solo quería... llorar.

Solo es un mal día, donde mi alma le da su antojo por demostrar que puedo sentir, es cuando añoro mi antigua postura, donde todo era neutral, donde sólo veía el techo de la casa sin mayor pensamiento.

Pero... Hay partes buenas, he podido sentir lo que es emoción, felicidad, calidez, no sé por qué parecía que fuera tan natural, como si hubiera algo antes, pero por Dream, y Error... es lindo esbozar una sonrisa. Gracias a ellos estoy donde estoy.

Diario. | Errorink. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora