Diario. | Errorink. |

10.

[15 / 01 / 18]

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¿Cómo me llamo? ¿Cuántos años tengo? ¿Cuál es mi especialidad? ¿Qué estudié y por qué llevo más de dos años de vacaciones? O eso es lo que él me dice.

Son parte de todo un libro mental de preguntas, excepción de las primeras dos, pude lograr sacar cuentas de mi edad en papeles sueltos.

Ink Comyet Paint de veintiséis años, ¡No estoy tan viejo como pensaba!

Pero mis aficiones siguen siendo un misterio, lo que hago en casa es simple, de tal forma que se volvió una rutina.

A las siete se levanta Nightmare y se va a trabajar, yo me quedo en cama sin hacer nada, o durmiendo hasta las nueve para empezar a hacer las cosas, primero tomo desayuno y limpio; como no tengo electricidad me demoro más al limpiar, vivimos en una zona polvorienta, si no se limpia todo queda llena de polvo. Termino a las doce por lo general, y las tres horas antes de que llegue mi esposo, me la paso caminando por los grandes jardines.

Estamos lejos de la ciudad, pero me gusta el campo y ver los árboles, dan ganas de plasmarlo en un papel, pero cuando tuve la oportunidad de comprar materiales de arte, Nightmare los había botado a la basura, o es que yo lo había olvidado por alguna parte.

No quiero dibujarte encima, debo conservar las hojas, dudo conseguir otra forma de escribir.

No tengo internet y sin energía no hay televisión, no me quejo, la vista lo vale.

Cuando veo que llegó mi pareja, tengo que correr y entrar por la entrada de atrás, cambiarme ropa; no le gusta que ande sucio, y le saludo con un abrazo, nunca nos hemos dado un beso, quizás tiene algo contra ello, no obstante respeto sus gustos.

Vuelve la luz y me deja elegir alguna película, él hace un extraño papeleo que no permite acercarme.

A las siete, no siempre puntual, uno de los dos tiene que comprar las cosas para la cena, yo voy a pie y me demoro una hora ida y vuelta, él solo unos veinte minutos en auto, y a las once él vuelve a salir, no sé a dónde, pero es cuando puedo escribir, o cuando sale a comprar, por lo general prefiero que no lea lo que escribo, lo escondo entre el colchón o te tiro entre los arbustos si el tiempo no me alcanza.