Temo, casa, 4:38 p.m (domingo).Amaba escribir blogs, era como respirar el oxígeno más natural que he inhalado en mi vida. Soy muy famoso, he de admitirlo. Me desenvolvía de una manera increíble a través del monitor o en papel pero desgraciadamente no puedo decirlo mismo en persona. Me pongo nervioso y todo se me olvida. Podía expresarme de una manera inigualable a través de lo escrito, normalmente iba a los concursos de literatura en Toluca, donde vivía antes pero por motivos delicados nos cambiamos a Oaxaca. Y siendo honesto, el haberme cambiado fue muy difícil, pues dejé muchas personas que quería allá.
— ¡Temo! Papancho te está esperando con una sorpresa desde hace un buen tiempo —despegué mi vista de mi celular al escuchar la voz de Lupita.
Ella dio un brinco de felicidad entrelazando sus propias manos. Una cara de confusión se posó en mi rostro. Cerré la laptop y caminé hacia mi hermanita. Lupita dijo que cerrara los ojos y me los vendó porque no confiaba en mí. Eso me ofendió. Me guiaba agarrándome de la mano y a mí teoría, estaba en la sala. Me quitó la venda y lo vi; era Diego, mi mejor amigo. Me emocioné tanto que grité y lo abracé sin pensarlo dos veces. Papancho había sabido todo lo que he sufrido aquí, entonces por eso de seguro lo trajo.
— ¿Qué haces aquí? —mi rostro de incredulidad seguía esbozando una gran sonrisa.
[...]
Temo, escuela, 3:56 p.m. (lunes).
Esperaba a Diego fuera de dirección, pues estaba pidiendo un intercambio. Los chicos que basket estaban jugando y ahí estaba la persona que odiaba con todo mi ser; Benny. Era un asco de persona. Siempre me molestaba junto con su grupo. Realmente lo odiaba como él a mí. Y oh vaya, acababa de invocarlo. Rodé los ojos al tenerlo frente mío.
—Vaya, vaya, tenemos a la rarita de literatura —rieron todos menos uno.
—Vamos Ben, déjalo, fue suficiente por hoy —le tocó el hombro a el odioso que me molestaba. Mi mirada se posó en él; cabello chino y castaño, de tez aperlada, alto y delgado.
—Esto no termina aquí, López —el grupito se fue dejando al castaño enfrente mío.
—Gracias —pronuncié aún perdido. Él sólo sonrió suavemente—. Ah, perdón soy Cuauhtémoc, pero mis amigos me dicen Temo —le sonreí extendiéndole la mano.
—Hola Temo, yo soy... —Diego llegó interrumpiendo.
— ¿Temo? —dejé de mirar al chico para ver a mi amigo.
—Ah bueno, nos vemos otro día. Adiós, Temo —sonrió gentilmente mientras despedía agitando su mano. De pronto se esfumó por completo entre la multitud de alumnos.
—Adiós... desconocido.
— ¡Me aceptaron, Temo! ¡Me aceptaron! —me abrazó velozmente con felicidad, yo seguía impactado sin dejar de pensar en aquel chico. Diego se separó sin cuidado de mí jalando por accidente mi pulsera—. ¿Qué te sucede?
—Ah... nada, nada. Todo está bien. Estoy muy feliz porque te hayan aceptado, en serio —no me notó muy convencido, y lo entiendo, ni yo me la creo.
—Mejor vayamos a comer algo, yo invito —pasó su brazo rodeando mi cuello.
[...]
— ¿No lo crees genial? ¡Me defendió, Diego! ¡Al fin alguien toma cartas en el asunto! —el de ojos de color me miró sonriendo.
—Sabes que si yo hubiera estado ahí, te hubiera defendido por igual —me tomó de las manos. Tragué en seco.
—Eh... sí claro. Emh, voy a seguir escribiendo, ¿te parece? Toma mis apuntes, los tengo completos —me solté de su agarre mientras le entregaba una carpeta. No lo dudé dos veces y me fui rápido a mi cuarto.
Cualquiera se daría cuenta que Diego me pretendía, y en efecto lo hacía. Pero no sé, simplemente es mi amigo, nada fuera de lo común. Me daba miedo que confundiese lo que somos, pues simplemente somos mejores amigos. Yo no soy gay, sólo que no ha llegado la chica correcta por la cual vaya a quedar profundamente enamorado. Un sonido persistente se hizo sonar desde mi laptop. Me levanté sin pensarlo dos veces. Había sido un mensaje de una persona que se hacía llamar "user634".
—Amo cómo escribes, amo cómo te expresas, amo todo de ti —leí con el ceño fruncido. Mi cara se tranquilizó al terminar de leerlo. Decidí contestarlo como habitualmente lo hacía. "Muchas gracias, me alegra demasiado que te haya gustado." No pasaron ni cinco minutos y y me había respondido.
—"¿Y sabes qué amé más? Tu linda pulsera. Te veías muy lindo hoy, ¿sabes?" —me sobresalté de golpe. ¿Qué diablos había escrito?
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User634 [Aristemo].
FanfictionUn mensaje logró cambiar todo. • • • Mientras más lo lees, más complejo se vuelve.