E S P E C I A L #2: n a v i d a d

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Martes, 25/12/2018, 09:23 a.m.

     Temo despertó al escuchar unos chillidos provenientes de sus tan queridos hermanos y Sebastián que pronto le consideraría como uno también. Talló sus ojos con delicadeza mientas bostezaba intentando despejar el sueño que aún le quedaba. El quedarse hablando con su amado fue una mala idea aunque no se arrepentía, fue la mejor noche buena de su vida. Hizo lo habitual en su rutina mañanera; cepillarse los dientes, darse una ducha, cambiarse, etcétera.
     Bajó lentamente las escaleras con sueño de por medio. Sus hermanos ya estaban sentados en el piso abriendo el regalo que tuviese su nombre con exaltación. Las sonrisas de los tres niños y los dos adultos le conmovieron sacándole varias risitas.

— ¿Y tú no vas a abrir tus regalos que te dejó Santa, Temochas? —el quinceañero rió divertido. Aunque no creía en Santa por obvias razones tenía que hacerlo por sus hermanos que sí lo hacían.

Wow, mira Lupe, me trajeron la pista de carros que tanto quería —dijo Julio abriendo su primer regalo de los varios que habían.

— Y a mí la casa de muñecas de varios pisos con todo y accesorios, ¿y tú Sebas? —el de tez color canela abrió el más grande que tenía, quería dejar el pequeño hasta el final, como siempre lo hacía. Así fue la dinámica hasta abrirlos todos por completos.

— Ahora es el turno de los grandes, y Temístocles —rió Pancho señalándole la parte baja del gran pino. Éste obedeció sonriente. Pensó y pensó acerca de cuál abrir primero. Tomó la bolsa más grande y así fue, el mismo proceso que Sebas; ropa, zapatos, y una jugosa cantidad de dinero habían sido algunos de sus regalos. Le dio las gracias a escondidas de los niños con un abrazo. Susana y Pancho prosiguieron a abrir los suyos.

— Muchas gracias, Pancho —le dijo Susana entre susurros para proseguir a darle un beso fugaz a su prometido. Éste le dijo que no era nada y le agradeció por igual.

— Niños, vamos a ir a la casa de los Córcega, doña White nos invitó y pos, ¿cómo decirle que no?

[...]

— Aris, hijo despierta —Amapola sacudió un poco a su retoño; se encontraba sentado mientras dormía en el sofá de la casa de su tía Blanca.

— Ya voy, ma'. Espérame unos minutos, tengo mucho sueño. Aparte no estamos haciendo gran cosa —su madre se quedó pensativa, ¿por qué tenía tanto cansancio.

— ¿Pues te desvelaste de más o qué, hijo?

— Sí, es que me quedé hablando hasta tarde con alguien —su madre lo miró pícaramente.

— ¿Con la novia, verdad hijo? ¡Ese es mi Aris! —dijo su padre; el Córcega de quince años rió sarcástico con los ojos cerrados.

— No, con el casi novio, pa' —todos se quedaron boquiabiertos. ¿Había sido que estaba delirando por el sueño o lo dijo por necesidad de sentirse libre al fin? Sólo el propio dueño sabía la razón, motivo o circunstancia.

— Aris debes estar confundido, esto no puede ser posible. Es corromper las leyes de la naturaleza, y el de arriba no quiere este tipo de desviaciones —Aristóteles se mantenía intacto, estaba completamente enamorado de Cuauhtémoc y nadie le iba a hacer sentir menos por amar de la manera más pura posible.

— ¡Pero qué inmoralidad, Aristóteles! ¿Estás demente? ¡Yo no quiero a un nieto gay! —el mencionado no tenía ninguna mueca de furia y enojo, parecía haberse drogado para no sentir nada.

— Pues es una lástima, abue, pero yo tampoco quería una abuela y un padre de mente cerrada y mírense —abrió los brazos irónicamente—. No van a lograr nada intentando cambiar mi forma de ser o pensar, el ser gay es sólo una característica más mía, no cambia nada —Amapola lo abrazó al ver como una que otra lágrima de impotencia resbalaba por sus mejillas rosadas. Todo el sentir le llegó de golpe.

— Hola, buenas tardes —la voz de Pancho hizo tranquilizar la tensión de odio—. ¿Pues llegué tarde a la pelea o qué tranza?

— Hablaremos más tarde contigo, Aristóteles. Todo esto es culpa de la falta de una presencia masculina en el hogar y la educación —Imelda, su abuela se persignó tres veces—. ¿Qué castigo estoy pagando, Señor?

[...]

— Ari, lo que hiciste fue muy arriesgado y fuerte —Temo lo miró posando una de sus manos en la mejilla izquierda del rizado.

— Sabes que por ti me atrevo a todo —confesó—. Aparte sabes que algún día debían saber, y exploté al escuchar a Audifaz decir lo de novia, ush —rodó los ojos—. Te amo, Cuauhtémoc López.

— ¿Me amas? —preguntó el castaño con un brillo especial mientras miraba fijamente a su quedante; Aristóteles. Éste último sólo apreciaba la belleza de tal ser tan majestuoso que se podía visualizar en persona; estaba más que listo, hoy debía hacerlo.

— Primero quiero que escuches todo lo que te tengo que decir. Cuando te conocí pensé que no podías ser real, eras muy perfecto para mí y siempre lo seguirás siendo. Pensé que me estaba aferrando a algo que estaba prohibido por la sociedad y mi familia, ¿pero sabes qué? Tú eres más importante que las opiniones de los demás. Juré luchar por ti y enamorarte con cada pequeño gesto y detalle posible, y creo que lo estoy logrando. Me enamoré de la increíble persona que eras, de cómo te expresas y de tu tan maravillosa manera de ver las situaciones de la mejor manera posible. Admito que al inicio me atrajiste físicamente como nadie lo pudo hacer nunca; desde tus ojos resplandecientes, tus labios rosados y esa sonrisa que me mata con simplemente verla. Dios mío, eres el ser más hermoso que he visto, y nunca voy a cambiar de postura, y no lo digo solamente por tu físico porque eso no es lo único radiante de ti. Te amo, Temo. Te amo como nunca he amado a nadie y mierda, me haces sentir tantas cosas que no sé explicarte por completo. Te podría decir que siento miles de mariposas al escucharte o sencillamente verte, pero no, yo siento como el zoológico completo lucha entre sí para ver cuál es la mejor especie. Y creo que es momento, hoy es el día, Temo —se hincó—, ¿quieres ser mi novio?

— Ari... —el de cabello quebrado rompió en llanto; las palabras del de rulos le habían llegado a tocar lo más profundo del corazón—. Claro que sí quiero, ¿cómo no? —lo abrazó de imprevisto.


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Bebés perdón por no haber actualizado el mismo 25; salí de casa y no tuve oportunidad de acabarlo antes. Sólo espero que se la hayan pasado súper bonito junto a sus seres queridos. Saben que se han vuelto súper importantes para mí y les deseo lo mejor del mundo y amor, dinero, salud; gracias por todo el apoyo y cariño <3. ¡Feliz Navidad 2018! ❤️✨.

User634 [Aristemo].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora