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La voz de su madre taladraba su cabeza, entrando por sus oídos y creando un ligero dolor ahí, haciéndolo virar los ojos con pesadez y cansancio.
Era realmente molesto tener que escuchar los sermones de su madre, diciéndole que debería ser un poco más interesado en su aspecto físico. Todos aquellos reclamos eran escuchados a diario, haciendo que sus días se amargaran por completo.
—¡Por Dios! Tienes diecisiete años ya, ¿podrías interesarte un poco en tu aspecto? ¡Al menos deberías peinarte para ir al colegio! — molestó su madre, peinando los suaves y rebeldes cabellos del bajito mientras refunfuñaba un par de palabras que, el menor de los seo decidió ignorar.
Era molesto, no tenía tiempo para arreglarse como para verse como un galán de un dorama; era un estudiante de preparatoria que simplemente se interesaba en sus estudios y no en algo tan superficial como lo era su aspecto.
Además, él era lindo, ¿no?
—¡ya mamá! Estoy bien así. — bufó el chico, alejando, con desagrado, las manos de su madre. — ¡orgullosa deberías de sentirte de tener un hijo inteligente!
La madre de Changbin rió, haciéndole enojar tan sólo un poco más, ¿de qué se reía aquella mujer?
—Estoy orgullosa de eso, pero tú aspecto también es importante. Changbin, ¡no has traído a ningún chico a la casa después de tu relación con hyunjin! — su madre le recordó aquello y seo se sintió un tanto triste, aquel chico había sido su novio de la infancia y si mejor amigo, pero debieron separarse cuando Hwang le contó que se iría a vivir a China.
Las relaciones a distancia jamás funcionaban, y a pesar de seguir hablando por el móvil diariamente, jamás se sentiría como una relación normal. Seo necesitaba mimos y abrazos, y una relación a distancia no se lo daría nunca.
Por ello decidieron que terminar era una buena opción, a pesar de que ambos se gustaran bastante y lo que sintieran el uno por el otro fuera demasiado fuerte.
Aún así seguían siendo muy grandes amigos.
—Una relación no es necesaria ahora, deja de pensar en eso, mamá. — se alejó y acomodó su uniforme y chasqueó la lengua, su madre ya había logrado ponerle de mal humor con todos sus comentarios fuera de contexto y para nada importantes. —Y ya es tarde, me voy. — dejó un beso casto en la mejilla de su madre y salió de casa, pateando las piedras sueltas del pavimento.
¿realmente su aspecto era un asco? Aquellos comentarios de parte de su madre nunca le hacían sentir bien, al contrario, bajaban el poco autoestima que tenía.
Llegó al colegio después de varios minutos caminando. Detestaba aquel lugar, lo odiaría aún más si no fuera bueno en los estudios, al menos aquello lo entretenía en las tardes aburridas.
Changbin no era muy sociable, demasiado cerrado y oprimido por la estúpida fobia social que tenía pero intentaba no ponerle atención, si estaba solo estaba bien. No necesitaba a nadie más para sentirse cómodo.
Claro.
Sí las personas llegaban a acercarse a él era sólo para pedir ayuda en una tarea ó alguna explicación sobre la clase de matemáticas que no habían comprendido completamente pero nadie se acercaba para hacerle compañía ó intentar entablar una conversación.
Nadie.
Nadie excepto el idiota de Bang Chan.
Bang Chan era el "guapo, talentoso, rudo y sexy" del colegio según las alumnas del plantel y uno que otro chico homosexual de la escuela.
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✧ ཻུ۪۪Bad Boy ¡! 〖chanchang〗
FanfictionTípica historia cliché (o no) del chico inteligente y el bad boy del colegio.