Artum.

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《Lucía comprendió, mirando, escuchando su propio instinto, que todo lo creado, visible o invisible, vibra y se mueve en la misma sintonía que emerge de la mente suprema del Creador. Que todo lo que existe es por si mismo y que cada ser vivo, cada elemento de la naturaleza cumple a rajatabla su función, sin desviarse ni un ápice de aquello para lo que se les ha creado: sin cuestionarse, sin pedir cuentas, sin preguntarse, sin medir tiempo. Solo están, saben ser. Forman parte del todo, del cosmos, del engranaje perfecto y maravilloso del universo, y el secreto, la gran enseñanza es que cada persona, cada ser humano, es un elemento más de este conjunto. Una parte minúscula, exclusiva e individual de ese «todo», imprescindible para configurar el universo tal y como es; con una sola misión: vivir en respeto y comunión con él y no transgredir las leyes de la naturaleza, sintiendose uno con ella y a través de ella con el cosmos. Cuanto más se aleja el hombre de su destino, más atrae la infelicidad y la tristeza a su vida a su vida y a las de los que le rodean. Porque los actos del hombre repercuten en el resto de la humanidad, en el resto de la Creación. No hay nada que no tenga sus consecuencias. Todo se refleja.》

—El Latido del Agua.

Ódiame; VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora