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«Kook.»

Llamaste casi en un susurro, bajo la suave caricia del sol, con los pies colgando, sentado al borde de ese peligroso acantilado. Tus gruesas y largas medias de patrones pasados de moda a la vista, asomándose por el dobladillo de tus viejos jeans favoritos hasta el inicio de tus zapatillas descoloridas.

«¿Me quieres?»

Mis ojos abandonaron los números y gráficos frente a mí para viajar por tu atractivo rostro hasta tus dos grandes y expresivos ojos. «Lo hago.»

«¿Por qué?» Nuestras miradas se fundieron por un instante que se sintió eterno, hasta que cerraste los ojos con una profunda respiración.

¿Por qué? Parpadeé en confusión.

Quise reír, pero, yo tampoco conocía la respuesta con exactitud.

«Me gustaría saberlo.»

Ódiame; VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora