Mis padres siempre han querido un hijo varón, aunque lamentablemente nunca pudieron y sólo tuvieron dos hijas mujeres. Así que cuando una señora, amiga de mamá, le pidió el favor de que cuidara a sus hijos después de ella morir gracias al cáncer, fu...
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Veintiún años
El día de ayer fue mi cumpleaños, y como era un jueves no pude celebrarlo como me hubiera gustado por lo que hoy, que es un viernes y ya es de noche, iré con mis amigos a un bar muy popular de la ciudad. Como la mayoría de mis amigos y conocidos ya eran mayores de edad y podían tomar legalmente, no había ni el más mínimo inconveniente.
Había quedado con los gemelos, con Daniela y con Reny, una amiga que me hice en la carrera. La verdad quería salir a bailar, disfrutar, gozar y tomar mucho licor, ¡ya era legal!
Estábamos en séptimo semestre y éste parecía ser mucho más complejo que los anteriores, pues los maestros se habían enfocado en dejarnos puros trabajos de investigación como "recompensa" de haber llegado tan lejos. ¡Descarados!
Había optado por vestir un hermoso vestido ceñido al cuerpo lleno de lentejuelas plateadas, Daniela había comentado que resaltaba mucho mis curvas y concordé con ella. Peiné mi cabellera pelirroja hacia un lado y me apliqué un poco de maquillaje ya que no era muy experta en ello. Al observarme por última vez en el espejo, sonreí encantada, ¡me veía espectacular!
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Al llegar al bar, mis amigos me recibieron entre halagos y risas, pero el recibimiento que más me emocionó fue el de Cole. ya que me abrazó y me susurró al oído que me veía hermosa, haciéndome erizar por lo sensual que había sido eso.
No demoramos en empezar a tomar y por ende bailar. He de admitir que bailé muchísimo con Cole y con Dylan, éste último no paraba de decir que su hermanita se había crecido, y comenzó a llorar de emoción haciéndome llorar a mí también. A pesar de que tomé un montón, no estaba borracha sino mareada. Cuando la mayoría se sentía lo suficientemente borracho, envié a Dylan con Daniela y Reny que iban en taxi hacia el campus y yo me quedé con Cole esperando otro taxi. Cole estaba borracho, al punto de reír solo.
—Amanda —me llamó, podía oler lo alcoholizado que estaba.
—Dime, Cole.
—¿Te cuento un secreto? Pero no puedes decirle a Amanda —me dice totalmente serio, a lo que frunzo el ceño divertida.
