Capítulo Trece

7.8K 455 121
                                    

Veintitrés años 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Veintitrés años 

Dylan y Cole recogían las cosas más pesadas del camión, como la nevera, estufa, lavadora, secadora, en fin, todos los electrodomesticos, mientras que Cole me dejó la tarea de recoger nuestra ropa. La mudanza estaba siendo agotadora ya que no solamente era lo de Cole y mío sino lo de Dylan también ya que se alquiló un apartamento abajo del nuestro.

Cole y yo decidimos a vivir juntos un mes antes de la boda, por lo que éstos electrodomésticos son los regalos de mis padres por adelantado. Saqué las cosas del taxi y subí hasta el apartamento, al entrar respiro, llenado mis pulmones de aire que invadía mi nuevo hogar. Camino hacia la habitación principal y dejo las maletas en la cama, decido acercarme a los gemelos. 

—¿Les colaboro en algo? —pregunté mientras entraban la nevera.

—No, tranquila, mejor ve acomodando la ropa —me responde Cole a lo que asiento. 

—Vale. 

Vuelvo a la habitación y empiezo a desempacar, iniciando con lo mío primero, la ropa y después los zapatos terminando con mi maquillaje en el tocador; después inicié con la ropa de Cole. Al terminar, sonreí, ahora sí se sentía como nuestra habitación. Desde ahora seríamos Cole y yo,  nuestra boda será pronto, por lo que no puedo esperar por volvernos legalmente esposos. Me regreso a la sala y veo a mis gemelos exhaustos. 

—Cole, Dylan, ¿qué les sirvo de tomar?

—A mí agua, amor. 

—Gaseosa, Am. 

—Voy —les serví y me senté junto a ellos, y empezamos hablar de cosas triviales, me sentía feliz, contenta, encantada, ahora ellos eran mi familia y yo era la familia de ellos. 

—Ya es hora de que me vaya, pues —se despide Dylan cuando el sol empezó a desaparecer. 

—Hablamos mañana, hermano. 

—Adiós, Dyl —le acompañé a la puerta y no la cierro hasta que lo veo subirse al elevador. Volteo a ver a mi futuro esposo y nos sonreímos. 

—Mañana ya empiezas a trabajar —le sonrío de camino al baño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Mañana ya empiezas a trabajar —le sonrío de camino al baño. 

—Lo sé, siento que no pueda ayudarte mañana —me responde apenado. 

—No te preocupes, amor —le digo pero mis mejillas se enrojecieron. Me puse mi pijama de vaquitas y salí. Nunca había visto antes como era el pijama de Cole, así que me llevé una sorpresa al ver que dormían pantalones, dejándome ver su pecho. Él no era musculoso, pero estaba en forma y se veía jodidamente sexy.

—Pensé que tal vez usarías una pijama algo más... no sé, ¿adulta? pero nunca pensé que vaquitas, ¿en serio, Amanda? —Cole ríe y yo me uno. 

—Ahora hablas como Dylan —hice un puchero. 

—Lo siento, Amanda, tenía que —se burla.

—Vamos a dormir, más bien.

Aunque no era la primera vez que dormíamos juntos era la primera vez que lo hacíamos al 100% conscientes y a Cole sin camisa. Lo abracé, dentro de nada seríamos marido y mujer. 

—Ésto parece un sueño —le digo abrazándome más a él—. Se siente muy bueno para ser real. 

—Te entiendo —me besa la frente. Sonrío y me quedo embobada, él era mío y yo era suya. Entre su respiración y latidos me quedé dormida. 

Al levantarme de arreglarme, tendí la cama y me dispuse a organizar el resto de la casa. Inicié con la cocina, poco después con la sala, los gemelos después moverían los elementos pesados, limpié las habitaciones de invitados. Cuando terminé eran alrededor de las cinco de la tarde por lo que no almorcé, le escribí a Dylan preguntándole si almorzaba conmigo y cinco minutos después estaba en mi apartamento.

—Yo cenaré, tú almorzarás, niña, no sé. 

—Vale, vamos —cogí mi bolso. 

—¿Irás así?

—¿Qué tiene? —miré mi jean un poco sucio y mi camisa vieja, él me miró con una ceja alzada. 

—Pues te ves del asco. Sí, tienes pareja, pero válorate, mujer.

—Cállate —me reí y fui a cambiarme de camisa—. Ahora sí. 

Salimos a comer, y terminamos comiendo sandwich de pollo, Dylan decía cosas que me hacía reír pero también se ganó varios regaños por parte mía. Mi teléfono sonó y vi que era Cole. 

—Hola, cielo —saludé rápidamente. 

—¿Dónde estás? Llegué a casa y no te vi...

—Con Dylan en la sandwichería que hay cerca al apartamento, ven y comes con nosotros de una vez.

—Voy, espérenme —no demoró mucho y se unió a nosotros. 

— Bueno, Cole —inició Dylan—, ahora trabaja, te casarás... ¿mis sobrinos para cuando? 

—Cuando me los des tú. 

—¡Trato! 

—¡Dylan! Yo sí quiero tener hijos - reí. 

—Me dolió, Am, justo en el kokoro. 

————————————————————

Isabel 2018: Subiré otro capítulo y me iré a dormir 

zzzzZZZZZ. 


:3 

Isabel 2020: Chale, que rápido pasa el tiempo, no creen?

Only you | Cole SprouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora