RichBabe || HS Mature

[04] • coffee •

January, 24.

Amelié:

Hoy era el día; Ya había organizado absolutamente todas mis cosas, tenía mi outfit esparcido sobre mi cama, mi cabello ya estaba seco, mi maquillaje estaba hecho, sólo tenía que cambiarme y esperar a que aquel hombre que me había cautivado, me recoja.

Eran las 4:45 pm y él vendría por mi a a las 5:00 pm. Cada minuto que pasaba, mi nerviosismo aumentaba. La ansiedad se apoderaba de mi cuerpo, jamás había tenido una cita con alguien mucho más adulto que yo. Estaba insegura, algo que jamás me sucedía.

- ¡Amelié, Sophie llamó. Quiere que vayas a su casa. -Gritó mi madre desde el otro lado de mi puerta.

Esa era mi coartada, obviamente no le iba a decir a mi madre ni a nadie que saldría con Harry Styles. Sinceramente no me interesa lo que vayan a decir, pero quiero evitarle conflictos a él. Vaya a saber que dirán.

- Ok! ¡Gracias! - Me quedé en silencio unos segundos, creyendo que iba a recibir una respuesta y no fue así.

Me vestí, básico, ni que fuéramos a una cena elegante. Me coloqué un poco de perfume en el cuello, muñecas y pecho. Estaba lista.

Bajé las escaleras y rápidamente saludé a mis padres. Quedamos con Harry que él me esperaría a una calle de casa, para no levantar sospechas.

Caminé hacia la esquina y pude divisar un bmw negro, con los vidrios casi del mismo color, aparcado a un lado de la vereda contraria en la que yo estaba.

Supuse que era su auto. Crucé la calle y golpee delicadamente el vidrio de aquella ventana con la uña de mi dedo índice. Segundos después oí el sonido de la puerta siendo abierta.

-Hola Sr Styles. -Dije mientras me adentraba en el carro. Una vez la puerta cerrada, deposité un corto beso en su mejilla.

-Hola Amelié, ¿A donde quieres que vayamos? -Preguntó mientras observaba detenidamente mi cuerpo, intentando que yo no lo note.

- ¿Hay algo malo en mi ropa? Puedo cambiarme. - Quería que sepa que me di cuenta.

Él llevaba una camisa blanca con las mangas arremangadas hasta sus codos, permitiéndome ver algunos de sus tatuajes y los primeros botones, cercanos a su cuello, desprendidos. Jodidamente atractivo. Debajo tenía unos jeans negros ceñidos a sus piernas haciendo que luzca más joven de lo normal, más relajado también.

-¿Nunca usas sostén? - Esta vez observaba descaradamente mis pechos. Mi rostro se tiñó de rojo. Era la primera vez que admitía, descaradamente, que ha observado mi cuerpo más de lo esperado. Y no solo hoy, si no que también el día de la cena, ya que en aquel momento tampoco utilice sostén.

-La verdad es que estoy cómoda así y además no se me nota demasiado ¿o no? -Pregunte inocentemente.

- Me gustaría poder admirarlos mejor. - Rió levemente y encendió el auto. Aquel comentario sonó como si bromeara pero al mismo tiempo, ambos, sabíamos que no.

A mi también me gustaría que los admires mejor, pensé.

- ¿Le molesta que no use?

-Me encanta verlos, pero me gustaría poder hacerlo sólo yo.

Arquee una de mis cejas, observándolo con curiosidad. ¿Acaso está celandome? Recién nos conocemos, no lo creo. Negué automáticamente.