Una extraña bailarina

El comienzo de la gira

La familia de Kyle adoro a Natalie, la vieron con buen sentido de humor, personalidad, talento y les gusto lo dulce que era con los niños. Sin duda, no sabían cómo Kyle había podido ganarse una chica como Natalie, ya que sabían que él podía ser un poco, egocéntrico o terco.  

––Lie ––le llamo Nathan, ella se giró para ver a su hermano.

––Nate ––saludo a su hermano gemelo.

––¿Cómo estás? ––abrazo a su hermana.

––Agotada ––respondió cabizbaja.

Frunció el ceño. ––¿Por qué? ––quiso saber el pelinegro.  

––La prensa me está dando dolores de cabeza ––sonrió con tristeza.  

––Vamos, te hare un té, Lie ––rodeo los hombros de la pelirroja con un brazo.   

Al llegar a su habitación en el hotel, Nathan le señalo que se sentara en un banco de la pequeña isla de la cocina. Miro a su hermano prepararle una taza de té de manzanilla, él le sonrió cuando coloco la taza de porcelana humeando frente a ella.  

––Siento no haber estado para ti ––murmuro Nathan.

––Se cuánto te molesta que tenga algo con Kyle pero sabes que no soy estúpida. Soy inteligente y tengo un ojo de águila, Nathaniel ––agarro la taza de té, soplo un poco y tomo un pequeño sorbo.

––Se eso pero me molesta que sea él. Natalie Victoria Enery, se burló de ti cuando lo conociste y te miro con desprecio ––espetó confuso y el arrugo la frente.

––Nate, yo se lo hice pagar ––comentó Natalie riendo.  

Nathan la miro enarcando la ceja con curiosidad. ––Lo he abofeteado, lo golpee en la entrepierna un día que fui a la piscina sin peluca y lentes de contacto, porque se acercó y dijo babosadas... en fin, me burle en su cara ––Nathan rompió a reír a carcajadas.

––Bien hecho, bueno ponlo en su lugar. Aunque, Kyle sea rico y famoso, no lo hace mejor que tu o puede hacer lo que quiera contigo y lo calles, no te dejes usar, por favor ––tomo las manos de Natalie y les dio un apretón de apoyo. Ella asintió.

––Nunca lo haría, ya dos han intentado eso y no lo han logrado ––sonrió a su hermano.  

––Lo sé, Lie, lo se ––sonrió de vuelta.  

Natalie corrió al vestuario y vio a las demás chicas cambiarse. Corrió al perchero, tomo su traje porque tenía sus iniciales, se metió entre las cortinas y se vistió con los shorts de cuero negro con la camiseta blanca amarrada en la cintura y la chaqueta de cuero de mismo color que los shorts. Salió y se puso frente al espejo.

––Hey Vicky ––dijo Beck.

––Hola Becky ––saludo de vuelta Natalie mientras sacaba la peluca negra.

––¿La usaras? ––pregunto confundida.

––Eso creo ––respondió dudosa y apenada.

––Te ves hermosa con tu cabellera roja ––dijo sin entender porque Natalie usaba pelucas.  

––Sí pero no quisiera que la prensa se diera cuenta de que estaré en el escenario ––le explicó con timidez.

––No les hagas caso, Vicky. La prensa a veces puede ser una perra pero demuéstrale al mundo que una bailarina puede ser una gran novia y más que cualquier zorra famosa podrida en plata ––sonrió a Natalie.