Natalie eligió un lindo vestido azul de Oscar de la Renta, su abrigo favorito de color beige, tacones sexys negros. Natalie ahueco sus rizos con productos para peinar y los dejó sueltos. Él se vistió con unos pantalones negros y camiseta blanca. Ella le sonrío.
—Sr. Forlan, luce muy guapo —lo elogia Natalie. Kyle se acercó y la atrajo a su cuerpo, sonrió cuando vio el rojo tiñendo las mejillas de ella.
—La diosa más hermosa, es mía —Beso la mejilla de ella con ternura.
—El chico más guapo y cotizado del mundo, me tiene por la cintura —bromeó.
—Eso sonó ardiente —Le devolvió él.
—Por favor, como si no supieras que las Kylarns desean verte como dios te trajo al mundo —dijo riendo. Kyle se sonrojó y ella rió. Él jamás se sonroja.
—Sí, pero son unas niñas y no haré el amor con todo el mundo —pauso y se acercó al oído de Natalie—, solo a la chica que amo —el aliento le rozó la nuca.
—No te apresures —dijo ella, roja como un tomate.
Aunque Natalie tenía 18 años, ella aun seguía siendo tan virgen como siempre. —Calma, cariño —coqueteo Kyle—, puede que más adelante, por ahora solo quiero saborear esos deliciosos labios.
En definitiva, Kyle sí tenía experiencia, con 22 años y famoso, Natalie escuchó sobre sus conquistas y un hombre joven como él, no se podía mantener alejado del sexo.
Presionaron sus labios, moviéndose a un ritmo perfecto y como siempre, encajaban como si estuvieran hechos el uno para el otro. Tan perfectos como la luna y las estrellas.
—¿Lista para dejar a todos babeando? —dijo él, ella sonrió.
—A tu lado, siempre estoy preparada —susurró, apoyando su cabeza en el hombro de su coqueto novio.
El fotógrafo la vio entrar y quedó pasmado. Aquella niña era la belleza en persona, caminaba con elegancia y porte, lucía un azul de Oscar de la Renta, un abrigo beige y unos tacones de ensueño. Kyle Forlan había conseguido a la mujer mas hermosa que él había visto.
—Acérquense —dijo, podría ser gay, pero por aquella mujer se cambiaba a heterosexual rápido.
Cuando pedía las posiciones para la foto, veía como Kyle miraba con adoración a Natalie, ella era su musa. La chica que estaba cautivando al chico más codiciado, más egocéntrico y guapo que había en el mundo. Y ella era su amor ¿Cómo nunca la pudieron ver los medios? Ella era perfecta para modelo, actriz, bailarina... Sería el centro de atención de los directores de Hollywood. Una belleza inusual, exótica y llamativa.
—Forlan, tómale la mano y mírala a los ojos —pidió y después miró a la hermosa pelirroja—, Natalie, coloca tu cabello detrás y míralo a los ojos, como siempre lo haces —él la vio sonrojarse y decidió que aquella chica era un diamante en bruto.
Cuando terminó, paso las fotos a la computadora. Su jefa las miro y sonrió satisfecha del trabajo que él había hecho. Katalie era tan perfecta como la luna y las estrellas juntas.
La gente iba a ver que Kyle y Natalie estaban enamorados. Nadie odiaría más a la pobre pelirroja, que su única culpa fue ganar un concurso como la mejor bailarina.
El concierto fue perfecto, todo salió bien. Natalie bailo con Wenny Flynn, quien adoro a Natalie al conocerla, la única persona que no estaba muy alegre de Natalie era Candace -Candy Roy-, quien le había escrito a Kyle que su novia era una roba fama, que solo lo quería por dinero y para llegar a ser famosa.
ESTÁS LEYENDO
Una extraña bailarina
RomanceCon solo un vistazo a la verdadera bailarina y Kyle Forlan se quedará prendado, solo debe ver más allá de lo que ven sus ojos, debe verla con su corazón.