CAPÍTULO 2-YO SOY TORRE Y MIER

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Es increíble ver cómo las grandes máquinas han avanzado en la capital,casi podría decir que estamos alcanzando a Europa, y en especial, a Inglaterra.Aunque no todos gozan de este privilegio,un ejemplo claro cuando llegué fueron los faroles de la calles,que solamente goza la clase alta.

Me he dado cuenta que el dinero mueve al mundo, y como dice Don Porfirio: "Perro con hueso en la boca,ni muerde ni ladra". Cuando estaba mas pequeño mi padre se ocupó de llevarme a escuelas de prestigio,según sus ideales yo debía dar el ejemplo.

Cuando él murió, las riquezas que yo gozaba se triplicaron,con tan solo 15 años me convertí en el terrateniente más rico de todo el país y de esa manera pude formar lo que más tarde sería un negocio con inversores extranjeros.Me gusta ir de fiesta y organizar algunas reuniones "privadas" desde entonces,creo que un joven como yo debería aprovechar una oportunidad que la mayoría de los mexicanos no tiene.

Algunos o mejor dicho,la mayoría, nos dice lagartijos;pero es evidente que el dinero puede borrar pecados como la muerte y dejar en silencio a más de uno. He sabido de infidelidades y de asesinatos por parte de mucha gente adinerada,pero los campesinos no culpan a nadie y lo dejan en el anonimato,quizá por el soborno o por miedo.Espero que este gusto por los bigotes y las "pistolas" pueda callarse con un poco de dinero,porque es evidente que algunos ya saben mi secreto que no esmero en esconder, ya que me han visto entrar a clubs nocturnos que "dañan la moral".Pero no hay nada que una buena oposición o dinero no puedan solucionar.

Y con la colaboración de mi negocio junto con el presidente Díaz,mi poder e influencia crecerá más.Ayer el señor me presentó a su Amada Díaz,una joven muy hermosa y con muchos saberes.Desde hoy sólo tengo un propósito y es que Porfirio anuncie que seré su próximo yerno.

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