Después de una noche llena de lujurias y unas cuántas copas,Ignacio viajó a la hacienda de San Carlos Borromeo en Morelos.Era muy temprano cuando el coche de color negro entraba en la hacienda llena de árboles y caminos pedregosos.El aroma de la mañana inundaba el ambiente y los pájaros cantaban por un nuevo día;aquella hacienda era hecha totalmente de piedra y madera.
Muchos de los campesinos decían que era una lástima ver tanta belleza y al mismo tiempo sufrir como esclavos todos los días. Lamentablemente pese a la situación, era mejor vivir así que morirse de hambre.
Ignacio era conocido por ser cruel con sus trabajadores y esto se supo por las "malas lenguas" de dos haciendas que poseía en otros lados del país.Unos dicen que desvío el canal de un río que pasaba por una de sus haciendas hacia un pueblo cercano, causando inundaciones. Pero la justicia de Dios existe,y cuando el patrón se fue de la hacienda de San Carlos Borromeo rumbo a la capital ,el caballerango se robó dinero; es por eso que Ignacio a vuelto,porque ha visto sus bolsillos afectados y necesita recuperar ese dinero perdido.
Los campesinos temían,era una verdad.Al entrar a la hacienda lo primero que hizo fue comer y dar una vuelta por el lugar,después pasó por el establo y en frente de todos llamó al caballerango:
-¡Hey Francisco!He tomado algunas cuentas y me falta billete,¿no lo habrá visto?-Gritó frente a todos Ignacio.
A lo que el joven de aproximadamente 25 años contestó:-No lo sé patrón,aquí hay mucha rata y poca vigilancia...-
Torre y Mier no era alguien muy paciente que digamos,y al escuchar esto contestó:-Pues no hay que dejar escapar a las ratas ,porque muy pronto podrían traer la peste-acto seguido sacó una pistola de su bolsillo y le disparó al joven,haciendo que la bala penetrara su pecho y lo matara de un golpe fulminante.
Habían mujeres cubriendole los ojos a sus niños,hombres sin decir nada pero con un rostro de impotencia.¿Como puedes enfrentar a alguien tan poderoso y respaldado por las autoridades?Como si fuera basura,sacaron el cuerpo de aquel campesino y lo quemaron por la noche."Necesito un nuevo caballerango" fueron las últimas palabras del patrón mientras se subía a su coche negro durante la noche,tomando arranque mientras la luz y el humo de las llamas dejaban otra huella de terror para los humildes.
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El yerno
Historical FictionPorfirio Díaz amaba a su hija, pero no tanto a su yerno, pues ambos sabían el gran secreto ¿Podrá Ignacio mantener la discreción?