-T R E C E-

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Con una tonelada de modorra sobre él, hizo viajar la diestra hasta donde sus oídos le indicaran de dónde provenía el ruido. Con pereza respondió la llamada sin mirar el contacto.

—Genki, hola, ¿te desperté? —hablaron al otro lado de la línea telefónica.

—Sí —respondió con voz ronca cubriendo su cabeza con las sábanas.

—Lo lamento, no era mi intención pero en verdad necesito preguntarte algo —guardó silencio por un largo rato esperando una respuesta—. ¿Genki? —preguntó cuando creyó escuchar unos ronquidos. Se apartó el teléfono de la oreja y colgó. Esperó unos cinco segundos antes de volver a llamar.

—Estoy despierto, y hasta puedo manejar —respondió Genki en un bostezo. Pasados unos instantes añadió—: Midoriya, son las 12:45, en unas cuantas horas nuestras clases iniciarán.

—Lo sé, lo lamento, pero en verdad me urge preguntarte algo. Será rápido, lo juro.

—¿Qué necesitas?

—Si fueras un villano, ¿cuál sería tu nombre?

—¿Sólo para eso me has llamado? —en verdad tenía muchas ganas de gritarle, sin embargo, apenas tenía energías para hablar pues ni siquiera había abierto los ojos.

—Suena algo absurdo y vacuo de mi parte, entiendo eso, pero en verdad necesito preguntarte esto pues no iré a la escuela hoy.

—¿Ah, acaso nos abandonarás otra vez?

—Claro que no, sólo estoy enfermo, me he resfriado.

—Midoriya, estamos en primavera. ¿Cómo es que has pillado un resfriado?

—Eso mismo me preguntó el doctor —trató de fingir que sorbía su naríz—. Eso es lo que me pasa por dormir con el aire acondicionado encendido cuando me acabo de bañar —guardó silencio un momento antes de preguntar—: entonces, ¿cuál sería tu nombre de villano?

—Ah, no lo sé, eso dependería de mi particularidad. ¿No crees?

—Sí, pero tú que no tienen ninguna, ¿Qué nombre eligirías?

Genki se quedó callado. Abrió los ojos de repente y se sentó sobre el colchón con un semblante dudatibo. Esa pregunta era demasiado personal para él, le hacía pensar en sí mismo y en cómo era. De repente, la imagen de un arma apareció, seguida del sonido de su disparo y un grito que secundó esa acción. Entonces el joven comenzó a imaginarse a sí mismo caminando por su propia casa en llamas, con un millar de disparos y gritos de fondo mientras sostenía en ambas manos dos armas gemelas.

Por lo general, la gente no se interesaba en él y daba por hecho que era un muchacho superficial y descuidado, pero nadie había notado ese otro Genki, era una persona que sólo él conocía y detestaba, se esforzaba por ocultarlo pues, ese era un canalla que le avergonzaba. Incluso a él mismo le sorprendía poder llegar a ser así.

—¿Genki? —habló Izuku esperando una respuesta.

—Deku, esas cosas siguen siendo algo individual —le dijo con la voz ronca—. Quiero pensar que, cuando eliges la manera en que serás conocido por el mundo, eliges la forma en la que serás descrito y recordado. Tal vez sea algo que te recuerde constantemente el porqué estás ahí, en ese lugar haciendo esas cosas.

—Vale, entiendo —le dijo con un deje de desánimo—. Lamento haber molestado.

—Qué va, hombre, algún día iba a hacer lo mismo yo —le dijo recuperando ese aire tan extrovertido que le caracterizaba—. Ey, ¿Qué te parece si cuando salga de la escuela, compro un montón de basura y la comemos en tu cuarto? Sólo tú yo, algo entre amigos.

La Ciudad De Los Muertos [BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora