Si se me permite opinar, podría asegurar con total certeza que el día en el que La Liga De Villanos y yo, fuimos a hurtar el plutonio, fue el día más emocionante de toda mi vida.
Nunca antes había sentido mi corazón palpitar con tanta fuerza. Fue emocionante. La adrenalina, la velocidad, el peligro con el que todo se desarrolló fue algo increíble. Me molesta un poco haber reaccionado con temor, pero estoy seguro que la próxima vez que algo así vuelva a ocurrir, seré valiente y me dejaré abrazar por esa agridulce sensación tan similar a la locura.
Mientras tanto, me la he pasado imaginando día y noche a mí mismo haciendo desastres por mi propia cuenta. Me imagino a mí mismo rompiendo los cristales de los automóviles de mis maestros, me imagino golpeando salvaje y brutalmente a mis compañeros, me imagino lanzando una simple bomba pequeña a un autoservicio, y mirando como se consume lentamente por las llamas. También, me he imaginado lo que se sentiría asesinar a una de las tantas chicas que caminan de noche por las calles, chicas a las que he comenzado a seguir sólo para asustarlas. Aunque siento, que de verdad deberían temerme, pues soy más peligroso de lo que aparento.
Quisiera usar sus cuerpos para practicar con mi cuchillo, todos los movimientos que Stain me ha enseñado. Quisiera que tiemblen con mi presencia y griten de dolor con todo lo que puedo hacer. Quisiera correr por la ciudad mientras hago explotar todo a mi alrededor, disfrutar de la percepción de mi corazón latiendo mil veces por hora, y por una vez, no escuchar los gritos de mis voces, sino los gritos que puedo hacer que la gente libere para mí.
Pero no lo hago. Soy perfectamente consciente de que delataría a Tomura y al resto de La Liga si tuviera la osadía de cumplir con mis corruptas fantasías. Así que sólo me queda esperar la siguiente misión. No puedo ir tan seguido a la guardia o podría delatarnos, pero me siento ansioso porque Tomura me llame y me pida matar a alguien. Sería perfecto que ese alguien, fuera un conocido, así podría demostrarle lo mucho que he crecido y que he cambiado, tal vez Kacchan sería perfecto para ello, aunque ese no es más que un capricho mío.
El joven se detuvo un momento para atar las cuerdas de su zapato, y reanudó su corrida matutina. Tras pasar cuatro días sin recibir su entrenamiento, no podía permitirse que la condición física de su cuerpo se deteriorara. Por lo que, la opción más viable que optó tomar, fue la de continuar en movimiento por su propia cuenta. Iniciando con una sesión de veinte minutos de calentamiento, proseguía a perfeccionar su parkour por más de sesenta, repasaba los movimientos de combate ofensivos y defensivos, y finalizaba con una simple corrida alrededor de un parque, hasta regresar a casa.
La ausencia de su mentor le extrañaba en sobremanera. Usualmente Stain estaba en el lugar acordado antes que él. Había intuído más de una vez que lo hacía a propósito. ¿Qué podría hacer, que un hombre tan cordial como él, desapareciera repentinamente?, se había preguntado esa mañana, sin encontrar una respuesta al instante.
Llegó a casa sudando más de lo habitual, con una asombrosa y anormal dificultad para respirar. Era como si alguien hubiera puesto sobre su pecho un par de ladrillos de cemento, provocando dolor en él y obstrucción en sus vías respiratorias. Izuku pensó que se trataba de una simple fatiga por el reciente ejercicio realizado. Así que, restándole demasiada importancia al asunto, se condujo a la cocina por algo de beber tras encender el televisor.
Pronto las noticias reclamaron el derecho de ser exhibidas en la pantalla del artefacto. Izuku fue a sentarse al sofá, dándole un sorbo a la lata de zumo de frutillas y se secó el sudor de cuello. Entonces, al tratar de respirar, pudo escuchar un ruido peculiar. Había sido agudo, débil. Y al tratar de respirar por la boca, sintió como su pecho le dolía por semejante esfuerzo y el ruido de hizo más fuerte. Era similar a las cuerdas de un violín, que de forma desafinada tocaban notas cada vez más agudas, o el maullar de un montón de gatos hambrientos.
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La Ciudad De Los Muertos [BNHA]
FanfictionIzuku Midoriya decide rendirse ante su meta de lograr convertirse en héroe. Su tristeza, agonía, cólera e impotencia lo someterán a situaciones que nunca imaginó, hasta arrastrarlo a las garras del mal y convertirlo en aquello que juró destruír. «Si...