Skyler: The First Mutant

Extra I

Todo estaba sumamente tenso en la mansión y no ayudaba en nada que cierto telépata anduviera de un lado al otro afuera de la puerta de la habitación donde su esposa estaba dando a luz en ese momento.

-Debes tranquilizarte -le recomendó un tanto divertido Hank, colocando una mano en su hombro en apoyo.

-Es fácil decirlo -murmuró algo nervioso.

-Pues... si... puedes ver lo que sucede dentro -observó tranquilo, encogiéndose de hombros.

-No puedo... -murmuró el telépata y el otro le miró curioso. Se aclaró la garganta- Gea ha bloqueado la habitación -medio refunfuñó mordiéndose la uña del pulgar con ansiedad.

Hank asintió.

-Oh, cierto... tu súper suegra puede hacerlo -dijo tratando de evitar la diversión en su voz, pues la Diosa había prohibido la entrada a cualquier hombre y por lo repentino del momento, ella y Jean estaban atendiendo el parto- Deberías solo tranquilizarte y bajar a la cocina con el resto.

Y por el resto se refería a sus hijos, Ororo, Scott y un par de estudiantes más que se habían despertado gracias al pequeño alboroto que armó Gea al aparecer en la mansión.

-No, no puedo, Sky está allí dentro y... Ah, esto es ridículo -suspira pasándose una mano por la cara- ¡Soy su esposo! No un hombre cualquiera, ¡debería de estar allí! -se queja dando la vuelta a la silla para dar la espalda a la puerta- Diosa o no, es mi esposa y merezco estar allí para apoyarla... ¡y a mis hijos! -continúa y Hank solo logra asentir, pues tenía razón- Tendré que hablar con ella, no puede imponer su voluntad cuando quiera...

-Claro que puedo, señor Xavier -le cortó la conocida voz de Gea al abrir la puerta detrás de él.

Charles suspiró y dio la vuelta a la silla con lentitud.

-No al menos cuando se trata de mi escuela, mi esposa y mis hijos -insistió el hombre, sin miedo.

La enorme mujer solo levantó una ceja y le miró con ligera molestia, llevando un enorme cuenco en las manos.

-Han nacido sanos -dijo con voz tranquila, entreabriendo solo un poco la puerta, dejando ver un trozo de habitación en donde Jean tomaba otro cuenco y se dirigía a la puerta- Entra ahora, ellos necesitan tu apoyo -asintió y luego miró a Hank entrecerrando los ojos- Tu también, si quieres -dijo abriendo la más la puerta.

-Felicidades, profesor -susurró Jean con una sonrisa al salir.

-Lleva este también, por favor -dijo la mujer a la pelirroja, dándole el cuenco que llevaba,

-Sí, señora -asintió la telépata, llevándose el otro con facilidad al hacerlo levitar.

Charles no le prestó demasiada atención a su suegra, le importaba más conocer el estado de su familia, por lo que sin esperar más se acercó a la cama en donde su esposa estaba recostada acunando a sus dos bebés.

-Hola -susurró casi como si temiera perturbar aquel momento.

-Hola -susurró devuelta Skyler con una pequeña sonrisa cansada- Estoy tan cansada que se me cierran los ojos -murmuró y su tono de voz lo denotaba.

-Bueno... pudo ser peor -murmuró intentando animarla. Estiró una de sus manos hasta su antebrazo y lo acarició- ¿Están dormidas? ¿Puedo sostener a una? -preguntó con ilusión.

Sin duda era su parte favorita el poder cargar a sus hijos y Skyler lo sabía, por lo que sonrió.

-Están dormidas... -dijo mirándolas para asegurarse- Bueno, una... Charlotte esta rendida -murmuró con cierta gracia- Grace esta despierta... Mamá, ayúdame a... -comenzó, pero antes de siquiera terminar, la mujer ya estaba tomando a Grace en brazos- Gracias -asintió tapando mejor a Charlotte con su manta morada.

-Ten... con cuidado -murmuró Gea entregando con cuidado a la bebé a Charles- Ya la tienes.

El telépata no pudo hacer más que sonreír y sentir como sus ojos se humedecían al tener en brazos a su hija.

-Por Dios -exhaló sin caber en su alegría- Es hermosa... -murmuró con la voz un poco quebrada al tener en brazos a la pequeña Grace.

-Mentiroso... esta toda arrugada -jugó Skyler.

-Es una bebé -rodó los ojos divertido- Se parece a ti... -le miró con cierta diversión.

-Oh, no acabas de decirme arrugada, cabeza de rodilla -jadeó Skyler con fingida ofensa, haciendo soltar un par de risitas de sus acompañantes.

-No, no podría... -negó aun con su sonrisa y volvió la vista a su pequeña- Hola, Grace, soy tu papi -dijo con voz suave a la pequeña a la vez que dejaba que apretara su dedo y se removía-, es un placer conocerte...

-Grace es la menor, Charlotte nació primero -informó Gea- Es la mayor por... ¿un minuto y cinco segundos? -ladeó mirando a Skyler.

-Un minuto y cinco segundos -afirmó mirando al bebé- Por cierto... Charlotte...

El hombre le miró rápidamente al escuchar ese tono que tenía su esposa cuando quería decirle algo pero no sabía cómo.

-¿Le pasa algo malo? -preguntó con preocupación.

-No -negó Gea-, ambas están sanas -asintió mirándole fijamente sin ninguna expresión. Con un movimiento de dedo quitó el bloqueo de la habitación- Míralo tu mismo -señaló hacia Skyler, quien asintió sin problemas.

Con duda Charles colocó sus dedos en su sien y entró al recuerdo más reciente que le ofrecía Skyler: el momento en que nació Charlotte, revelándole que había nacido como una fuente de energía que se adaptó a la apariencia de su hermana apenas estuvo en los brazos de su madre.

-Presentó su mutación muy pronto -murmuró comprendiendo la situación y viviendo el shock que tuvo Skyler al ver a su hija como una bola blanca que brillaba. Miró a Gea- ¿Bloqueaste sus...?

-No -negó la Diosa- Es energía, necesitaba un contenedor, un cuerpo. La imagen de Grace fue lo más cercano que pudo copiar -se encogió de hombros- y yo solo le ayudé un poquito. Ambas se desarrollaran normalmente como sus hermanos, no va a romper el contenedor hasta que sus poderes aparezcan de verdad y para cuando suceda vendré.

-No veo que puedan tener de normales esos dos demonios -murmuró Hank por detrás, dándole espacio a la familia- Ups, pensé en voz alta -levantó las manos al darse cuenta que era observado- Iré a decirle al resto y... ¿a hacer llamadas? -miró a Skyler curioso, presentía que quería que ciertas personas vinieran.

-Por favor -asintió con una sonrisita.

-Bien -dijo pasando la mirada a Charles- Felicidades -se acercó a darle una amistosa palmada en el hombro.

-Yo también me retiraré -informó Gea dando un paso hacia la puerta- Solo quería informarte la situación -dijo a Charles.

-Gracias.

-No agradezcas -negó antes de retirarse junto a Hank.

Al encontrarse solos, Skyler solo le miró con una sonrisita.

-Somos padres... de nuevo.

-Así es... -exhaló una risa- Gracias.

-No me agradezcas... La próxima vez los tendrás tu -amenazó algo divertida.

Charles solo pudo reír ante esa idea.

-Seguro que si -asiente divertido- Espera a que los niños las vean... las van a adorar.

-Claro que lo harán -murmura con una sonrisita, tomando su mano libre con cariño- Te amo, Charles.

-Y yo a ti, Sky -responde regalándole una caricia.