Capítulo 37

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Una vez fuera, el ruido del coche de Charlie ya era audible para nosotros. Lo que nos daba unos minutos de ventaja. Entré en fase junto a Embry Quill y Leah.

Alejémonos, Charlie no debe vernos. Ordené.

Ellos se movieron rápido entre los árboles, aunque había dudas en sus pensamientos.

Deberíamos entrar ahí y sacar a Jacob a empujones. Propuso Embry.

Los Cullen no le harán daño, aún están enfadados pero son de fiar.

Seth parecía orgulloso con mi pensamiento.

Pero no descarto darle unos sopapos a Jacob por ser tan despreocupado.

Por mí que lo maten, ya no tiene remedio. Dijo Leah.

Bueno, ¿Qué hacemos ahora? preguntó Seth.

Todos esperaban mis órdenes. Sin darme cuenta habíamos corrido en formación de manada conmigo en el centro. El lugar del Alfa. Me sentí a gusto como si fuera eso lo que realmente fuera mi deber.

Habrá que vigilar al tonto de Jacob. Dije. Embry y Quill, encargaros de rondar cerca de la casa, pero que Charlie no os vea. Seth y yo seguiremos con las patrullas, y Leah, vete a casa, aun no has descansado de la guardia de anoche.

Leah no discutió. Parecía alegrarse de librarse de vampiros y chicos. Sus pensamientos desaparecieron en cuanto llegó a su casa.

Poco después Embry y Quill estaban dando vueltas a la casa de los Cullen por los mimos senderos que semanas antes lo habíamos hecho nosotros.

Que olor. Se quejó Quill.

Te acabas acostumbrando. Respondí divertida.

Ambos estaban bastante incómodos.

El lobo color Arena de Seth apareció a mi lado y empezamos a patrullar los bordes de nuestro territorio.

Seth tenía en mente lo ocurrido con los Cullen.

No creo que Edward esté molesto con nosotros, solo es que Jacob es muy imbécil y está preocupado por Bella y Renesmee. Respondí a sus pensamientos.

Supongo que tienes razón. Dijo algo más convencido.

Seth y yo patrullamos en silencio el resto del camino. Corrimos juntos algo que había echado de menos. Él recogió mi pensamiento y lamió mi hocico.

Yo también te eché de menos. Dijo.

Reí.

De esto no me avisaron al cambiarme de manada. Se quejó Quill, pero podía ver que realmente estaba riendo.

La verdad, hemos pasado a volver con Leah, vampiros, y dos imprimados, me pregunto si Sam necesita apoyo por La Push. Rió Embry.

Meteros en vuestros asuntos cotillas. Se quejó Seth.

Como si tuviéramos más opción. Dijo Quill.

Yo reí y probé mi teoría. Cuando Seth y yo volvimos del acantilado Jacob no había sido capaz de acceder a nuestros recuerdos ni avisarnos.

Ahora no pueden oírnos. Dije.

Quill y Embry seguían ahí pero su conexión era más débil. Como si realmente solo fueran dos murmullos mientras que Seth seguía siendo igual de claro para mí.

¿Qué? ¡Vaya que pasada!

Yo reí.

¿Cómo lo has hecho? Es como cuando Jacob se comunica con Sam y no podemos oírles.

Supongo que son ventajas de la imprimación, debió haber lobos que también querían algo de intimidad.

Seth parecía aún más animado y volvió a lamerme el hocico. Nadie se quejó esta vez. Y él rió.

Poco después volvimos a la comunicación con la manada, guardado nuestra pequeña ventaja para nosotros. La verdad es que se sentía bien saber que al menos podía hablar con Seth sin que hubieran más lobos entre medio. Como nuestra vía privada.

Charlie se marcha. Anunció Embry.

¿Jacob sigue vivo? Pregunté.

Quill forzó el oído.

Sigue vivo, ese desgraciado.

Podemos quedarnos tranquilos entonces. Dije, luego me dirigí a Embry y Quill. Terminad la ronda vosotros, avisadme a la medianoche y haré el resto.

Ellos asintieron, pero noté que Seth no estaba muy contento con dejarme patrullar por la noche.

¿Teníais planes? Preguntó Embry burlón.

Otro Emmett no, por favor. Dije riendo.

Seth no parecía tan divertido.

Al llegar a la casa de Jacob todos desaparecieron de mi mente. Cambié de fase y tras de mí Seth apareció entre los árboles.

-Creo que ya no me hace tanta gracia que estén en la manada.- se quejó.

Yo reí.

-Déjale, eso es que es el único que no se ha imprimado, no sabe lo que se pierde.

Y le besé.

Seth no se quejó más, y no necesité la noche para ello.

Una Nueva Vida ~Seth Clearwater~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora