Capítulo 24

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Alison faltó toda la semana y tampoco contestaba mis llamadas, era viernes por la tarde y lo único que estaba haciendo mientras estaba con mis amigos era caminar mientras pensaba en ella e ignoraba su conversación.

-¿En qué demonios estás pensando, Dallas?

-¿Huh?

-Es la quinta vez que te llamo.

-Perdón, estaba distraído.

-¿Estabas pensando en ella, cierto? - baje la mirada.

-Ve con ella.

-No creo que sea apropiado...

-¿Por?

-La última vez que hablamos le confesé mis sentimientos, no sé si...

-Oh, vamos - dijo un tanto molesto - Ella no es el tipo de chica que falta a la escuela por chicos, tal vez esté enferma...

-Tienes razón. - dije pensándolo bien, ella no faltaría para evitarme, sus estudios definitivamente son más portantes que una confesión que no rechazó adecuadamente - Tengo que irme.

-¿Hey, adónde vas? - me preguntó uno de mis amigos.

-Tiene cosas que hacer, ve. - me apresuró Tommy para que no perdiera tiempo dando o inventando una explicación.

-Adiós. - dije dándole unas palmadas a Tommy en la espalda y de inmediato corrí hacia la casa de Alison.

Llegué en menos de 15 minutos, pero estaba totalmente exhausto, me pregunté si me apresure por lo mucho que la extrañaba o simplemente porque quería molestarla un rato, tal vez era una combinación de ambas, extrañaba molestarla...

Descanse un momento, no quería llegar agitado, seguro ella diría que me preocupe demasiado por ella o que lo hice demasiado tarde, en todo caso, lo mejor era que no viera en esa condición.

Cuando me acerqué a la puerta escuché unos gritos así que no timbre de inmediato y comencé a escuchar la discusión.

-¡No puedo quedarme un momento más!

-ALISON, BASTA. - el tono se parecía al de la chica que vi la anterior vez.

Creo que continuaron hablando pero no pude escuchar, supuse que el ambiente iba a ser más tranquilo así que timbre.

Escuche que unos pasos se apresuraban a la puerta.

-¡¿Por qué no te vas de una vez por todas?! - dijo Alison abriendo la puerta, nunca la había visto así, no sólo estaba enojada parecía histérica y el cansancio se notaba en toda su cara.

Cuándo se dio cuenta que era yo trató de recomponerse.

-Lo lamento, no era para ti. - no estaba apenada, ni sorprendida porque estuviera aquí.

-Tengo que admitir que no era la bienvenida que esperaba. - dije con una sonrisa intentando que el ambiente fuera menos tenso.

-¿Qué necesitas?

-Alison. - le llamó la atención la chica, llevaba una camisa de flores, debido a que no sabía su nombre decidí llamarla Flor, se acercó y me saludó - Lo siento, un invitado no deseado vino y...

-Y esperaba esa persona volviera a timbrar para poder echarla. - completó Alison - De todas formas no es tu problema.

-Si puedo ayudar con algo...

-No es necesario. - me cortó, Flor la miró mal pero no creo que Alison se diera cuenta.

-Lo siento. - se disculpó por ella - ¿Dallas, cierto? - asentí con la cabeza - Por favor pasa.

Busque algún signo en la mirada de Alison, si su mirada era fulminante no iba a entrar, no quería que se molestara conmigo, pero no vi nada, no sabía que era lo que ella quería y eso me estaba enloqueciendo, así que entré. Necesitaba saber lo que le estaba pasando.

Después de que entré, cerré la puerta, Alison se quedó ahí unos segundos y cuando se dio cuenta que Flor y yo íbamos al comedor nos siguió. Ella y yo nos sentamos, la otra chica parecía que estaba acabando de preparar algo que había dejado medio hecho.

No quería ser el primero en decir algo.

-No estoy enojada contigo. - murmuró Alison - Sólo no estoy de humor.

-¿Estás bien? - frunció el ceño, creo que hice la pregunta incorrecta - Cómo faltase una semana...

-¿Te diste cuenta?

-¿Crees que tu ausencia pasaría desapercibida? - al principio lo pregunté bromeando y no me di cuenta de la gravedad de mis palabras hasta después. No es que Alison tuviera amigos en la escuela, alguien que viniera a preguntarle si estaba bien o mal, por mucho tiempo su ausencia no fue más que un hecho irrelevante.

No respondió.

-Parece que estoy diciendo todo lo incorrecto, creo que debería irme. - lo dije tratando de sonar relajado, me levanté y comencé a caminar hacia la salida, escuché que Alison corrió su silla y por un momento pensé que me iba a detener, pero llegué a la puerta y nada pasó.

Quería quedarme ahí unos segundos, realmente no sentía que era el momento para irme, pero no sabía que más podía hacer. Al final deje de dudar y abrí, había llegado una mujer con un vestido demasiado corto y unos tacones muy altos.

Ella me corrió y se hizo en donde estaba hace unos segundos, cerró con un portazo.

Alison y Flor voltearon al tiempo.

-¿Me extrañaron? - dijo con tono divertido.

Alison se levantó, agarro una taza y sirvió agua.

-Gracias cariño, no tengo sed en este momento... - Ella no parecía escucharla, mientras caminaba hacia ella me di cuenta que había llenado casi totalmente la taza.

Con una sonrisa se la echó en la cara, luego tiro la taza, me sobresalté, si la mujer no se hubiera agachado se habría lastimado mucho, pero ella no parecía sorprendida en absoluta.

-¿Así es cómo saludas a tu mamá?

-Que divertido debe ser actuar como madre cuando me necesitas... - se acercó a ella - dejé de ser tu hija hace mucho tiempo.

Me arrepentí de haberme demorado esos segundos en irme, definitivamente esto no era algo que yo tenía que ver.

Pretendiendo que te amo {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora