Capítulo 5

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— Bueno, haremos una maratón. -dijo sentándose al lado mío, estábamos en mi casa, pero mis padres habían salido a jugar golf (como lo solían hacer todos los fines de semana).

— ¿Qué?

— La anterior vez que intenté conocerte terminamos hablando de mi, si tus padres me preguntan algo, estamos muertos.

— ¿Estamos?

— Si, si tus padres se enteran yo estaré despedida por ende dejarás de pagarme.

— Muy lista, no esperaba menos de ti, Al.

— ¿Qué dijiste? -preguntó reaccionando al sobrenombre que le di. 

— Sólo te puse un sobrenombre.

— No me vuelvas a llamar así.- dijo completamente seria. — Nunca. 

— Está bien. -respondí algo asustado, sabía que meter la pata con esta chica era un peligro.

Los dos guardamos silencio, había sido muy extraño lo que acabó de pasar.

— Yo...- dijimos al unísono, ambos reímos por lo patéticos que fuimos al estar nerviosos de hablar.

— Lo lamento, es sólo que la última vez que alguien me llamó así  fue hace mucho tiempo, mi mejor amigo... No quiero hablar de eso. -dijo bajando la vista.

— Lo siento, ¿está muerto?

— Algo así se podía decir. -dijo. — Bueno, deja de averiguar cosas de mi y yo comenzaré a aprender tu historia. 

—¿Que quieres saber?

— Más bien que tengo que saber, ¿alguna idea de lo que tus padres puedan preguntarme?

— No creo que te pregunten mucho, ni siquiera creo que esto haga falta.

— Por cosas como estas no te va bien en la escuela.

— ¿Qué? 

— Lo siento, no es de mi incumbencia.

— No me molesta, quiero escucharte.

— Nos estamos desviando.

— Tal vez conocernos nos haga bien.

— Hago esto sólo por el dinero ¿lo sabes, no?

— Lo sé, pero tal vez esto sirva.

— Como tu digas. -dijo y suspiro — Lo que estaba diciendo era que, eres demasiado impulsivo y no piensas en nada más que "el ahora". -dijo haciendo comillas en sus dos últimas palabras.

— Es lo único que tenemos.

— Lo único que tenemos es el presente claro está, pero eso no quiere decir que lo que hagas ahora no tendrá consecuencias en el futuro.

— Ah, así que eres de ese tipo de chicas.

— ¿Ese tipo de chicas?

— Que nunca se arriesgan, pensé que serías más divertida por lo que pasó en la pizzeria.

— Lo que pasó en la pizzeria fue sólo una acción de mi orgullo, no tiene nada que ver con...

— Entonces no somos tan distintos.

— Lo somos.

— No, sólo que tu no lo aceptas.

— Yo no soy impulsiva y a diferencia de ti me importa mi futuro.

— ¿Te importa o le temes?

— ¿Disculpa?

—Es que nunca parece que, ya sabes, puedas disfrutar el presente. -parecía apunto de decir algo pero se quedó callada.

Pretendiendo que te amo {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora