EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

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Mi respiración fue cortada nada más ver a Madi entrar en mi oficina. Pensé que Lexa reflejaba como debía lucir un no-criminal en todo su esplendor, pero nunca estuve más equivocada que ahora. Por qué Madi lo es. Probablemente se debía a que es más pequeña y más joven que Lexa. Su largo cabello castaño daba la apariencia de una niña nacida en California, como esas chicas que solía ver en mi ciudad natal.



Llevaba un uniforme gris, perteneciente a la Penitenciaría Regular. Los residentes del Asilo vestían de acuerdo a su unidad por razones de seguridad; el naranja para Cuidados Intensivos; gris para los residentes de la Penitenciaria Regular. Incluso el trato de los oficiales hacia los residentes era muy diferente. Estaban inclinados a actuar mucho más severos contra los residentes de Cuidados Intensivos que con los Regulares. Octavia incluso me dijo que a veces, algunos residentes regulares suelen quedarse en el Jardín sin ninguna supervisión.



Estando Madi, en la Penitenciaría Regular, sería más fácil de tratar que Lexa, o sinceramente eso espero. No pueden existir dos pacientes teniéndome como a una tonta. Así que estoy dispuesta a mostrar mi aprendizaje y probar que no tengo una formación de mierda. Si logro que al menos una de mis pacientes sea consciente de ello... valdra la pena.



"Hola, Señorita Doows." Salude al leer su nombre en su uniforme, Liz Madi Doows. Esta vez no me acerque, ni tendí mi mano como saludo y sinceramente me sentí orgullosa de mí.



Aparte de la información básica, como su nombre, fecha de nacimiento y ciudad natal, no había muchas cosas sobre ella en los archivos. No había descripción de su psicosis ni de su comportamiento. No estaba muy segura del por qué. Su crimen es, como se indica abajo, tráfico de drogas. Bueno, al menos no es una asesina.



"¿Eres mi nueva Doctora?".



"Sí. Soy Clarke Griffin".



"Genial. Estaba cansada de tener a esa viejo de mierda' a mi alrededor." Parpadee un poco incómoda, cuando ella tomó asiento delante de mí.



"Buenas tardes, Doctora Griffin. ¿Solicita de nuestra presencia en la oficina?".



Reconocí a De Santis Marino llamándome. "Hola, oficial Marino. ¿Cómo ha esta?", pregunte con una sonrisa.



"No muy diferente a otros días, pero gracias por preguntar Doctora".



"Ya veo. ¿Y cómo le va a su esposa?" Pregunte curiosamente, recordando a Lexa decir, que su esposa consiguió un papel en un musical. No sabía cómo iba a reaccionar, pero sabía que si yo preguntaba, él no estaría tan enojado. Además, estoy siendo sincera en cuanto el trabajo de su esposa, así que en mi mente es una pregunta válida.

LOCO AMOR -CLEXA AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora