Capitulo 3

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Narra Melanie.

Esa mala costumbre de tomarles cariño a las personas en tan poco tiempo. Ya no es la Adaline cálida de hace unas horas. Está de vuelta la fría profesora que conocí esta mañana.

¿Qué esperaba? ¿Que me tratará como a alguien especial? Soy solo una alumna más, solo era amable conmigo por lo de esta mañana.

Me sentí un poco importante con esa sonrisa y esa mirada hipnotizante que sólo ella lleva . El problema es que los humanos nos creamos expectativas falsas que solo el cerebro nos hace creer que es realidad.

—Gracias por traerme y por la invitación. —la observé desde el asiento del copiloto.

—No es nada. —respondió fríamente.

¿Sólo eso? Esperaba una respuesta mejor, pero lo único que me gano es su indiferencia.

—Hasta mañana. — me despedí decepcionada.

Me dispuse a abrir la puerta del copiloto y cuando estaba apunto de bajar, mi corazón empezó a latir con rapidez al escuchar salir mi nombre de sus labios.

—Melanie... —la miré. —Nadie debe de enterarse que estuvimos juntas, no es bueno que una profesora y su alumna se vean fuera del Instituto.

Decepción.

"La decepción es el pesar causado por un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona."

Aquél concepto se ha adueñado por completo de mí.

—No se preocupe, no lo iba a divulgar.

Cuando bajé del vehículo la volví a mirar por un momento. Noto como si intentara decirme algo, pero antes de que lo haga mis pasos rápidamente se dirigen a la entrada de mi casa.

Busco las llaves en el bolsillo de mi bolso, mientras escucho el rugir de su auto desaparecer por la solitaria calle.

Exhalo todo el aire que llevaba reprimido dentro de mis pulmones. Me quedé mirando el portal blanco frente a mis ojos, como si fuera algo de tanta importancia y me diera una respuesta a esto que estoy sintiendo.

●●●

—¡Intentó besarme!

—Déjalo pasar Ariana, sabemos que Jennifer acosa a todas las chicas de este Instituto.

La he estado escuchando quejarse toda la mañana, como si eso la hiciera acabar con su ira.

Resulta que Jennifer; una lesbiana rojiza malditamente sexy, la ha intentado besar en el sanitario de mujeres, y por supuesto que Ariana es hetero y definitivamente no le gustan las mujeres, de hecho, se ha vuelto histérica por lo sucedido.

—¡Es una perra! —insultó mientras se recuesta sobre su casillero.

La ignoré y guardé mis cosas dentro de mi casillero. Advertí la mirada de Ariana sobre mí, y cuando la miré me encontré con ese gesto que conozco a la perfección... Ese tipo de gestos que utilizan las personas cuando traman algo o cuando quieren saber algo.

—¿Qué? —pregunté.

—¿No me dirás de que han hablado ayer con la bruja de la profesora?

¿Qué clase de apodo es ése?

Adaline no es ninguna bruja, tal vez sólo sea correcta y fría, pero de bruja no lo tiene.

—¿Bruja? —frunci los ceños y la miré . —Ella no es ninguna bruja.

Adaline. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora