"En los ojos de Adaline podría perderme y volverme a encontrar. Ella me destruye y me reconstruye."
Adaline: Profesora de 40 años; sofisticada, fría y elegante. Su vida está envuelta en caos y monotonía, pero todo cambia al conocer a la joven alumna...
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●Narra Melanie.
Mi madre me ha ofrecido un aventon al Instituto, y gustosa lo he aceptado, pues no tomaré el bus y me ahorra caminar de aquí hasta la parada.
El día es más que fabuloso. No puedo dejar de tararear la canción que suena en la radio mientras mi madre conduce. La felicidad en mí es muy notable, y todo en un sólo nombre...
》Adaline.《
Cada día la quiero más. Estos últimos días las cosas con ella van más que geniales. Salimos a comer, besos a escondidas en el Instituto (aunque en algunas ocasiones la situación se ponía un poco caliente). Todo es genial junto a ella.
Ariana no me ha vuelto a hablar. Intenté lo que pude en poder acercarme a ella, pero me esquiva de todas las maneras posibles. Me ignora como si jamás hubiera ecistido una amistad entre nosotras.
Mantenerla separada duele. La extraño, era la única persona con la que podía hablar de cualquier cosa, era más bien una hermana. Ni siquiera me mira, como si no le importase mi existencia, pero cuando me pilla con Adaline, es como si volviese a existir. Me toma en cuenta pero no de una manera bonita. Su mirada da a entender que Adaline es la culpable que ya no fuésemos amigas.
La verdad es que Adaline forma parte de este círculo, pero la unica culpable soy yo. Lo admito, he dejado todo por Adaline, pero no me importa, ella lo vale.
Adaline es la mujer más hermosa y maravillosa que pude haber conocido. Es el sueño de toda mujer, en cambio para mí, ella es mi sueño hecho realidad.
La única que puede mostrarme un mundo real, en la cual, todo es hermoso y fantástico. Un mundo sediento de ella, un mundo de locura, amor y pasión. Un sueño real, la cual sé que existe y que correré tras ella hasta alcanzarla sin importar los obstáculos.
Soy de ella, y de nadie más. La considero mía de todas las maneras. Puede que tenga miles detrás esperando por ella... como Jennifer.
Mierda, esa chica si que está cruzando la barra de peligro. Se ha estado insinuando a Adaline más de lo debido y eso hace que me esté alistando para la guerra y eso no es nada bueno, querida. Cuando una mujer lucha por lo que quiere, nada ni nadie se interpone es su camino. Somos armadura de hierro.
Algunas veces la poca paciencia que me queda, la quiero desquitar con la colorada. Hacerla entender que Adaline es solo mía, pero me contengo por mi amada. Ella me tranquiliza con sus palabras, me convence de que Jennifer no podrá jamás contra mí y que no tengo porqué preocuparme por ella. Sin embargo, siempre me mantengo en alerta, por las dudas.
¿Cómo quiere que esté tranquila cuando veo a la maldita acercarse a ella más de lo debido?
Cada vez que le reclamo a Adaline, aprovecha y también me reclama por Petter.
