Capitulo 24

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                         ■Maratón 1/4

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                         ■Maratón 1/4

●Narra Melanie.

—Tu vida es completo caos. —dijo dejando sobre la meza su tasa de café.

Y sí que tiene razón. "Caos" No encontraría otra palabra más correcta que esa para describirla. Acabé de confesarle toda mi vida a Sarah, la verdad es que ella me inspira confianza, siento que con ella no tengo porqué fingir. Sarah es alguien muy amable y carismática. Es una mujer de alta sociedad pero aun asi demuestra ante todos total humildad. Sonríe a cada momento, y eso me desconcierta, nunca he visto a una persona sonreír de la manera en como lo hace ella. Vive del momento como si no le importara lo que el día después de mañana la depara.

—En fin... —dije inspeccionando a las pocas personas que hay en nuestro alrededor dándome cuenta de que Sarah conoce la mayor parte de mi vida, pero yo apenas de ella sé su nombre y que es una psicóloga. —Ahora que me conoces más, también me gustaría saber sobre ti.

Ella me mira enarcando una ceja y sonrió.

—Pregúntame lo que quieras. —dijo sin borrar su sonrisa.

—No soy buena en esto de preguntas. —advertí un poco nerviosa.

—Entiendo... —carraspeó, acomodandose mejor en su lugar. — Como ya sabes soy psicóloga. Mis padres murieron en un accidente automovilístico cuando unos jóvenes ebrios perdieron el control y chocaron contra ellos. —su voz y su sonrisa se fueron debilitando. —Ya pasaron muchos años de la tragedia. Tengo una hermana mayor que yo, de hecho, sólo me lleva dos años. —volvió a sonreír, y yo también lo hice para mejorar el ambiente. —Todos dicen que tenemos un gran parecido, pero yo soy la oveja negra. —informó como si estuviera contándome un secreto muy valioso. Volví a sonreír por cómo se tomaba las cosas, ella intenta dar brillo a todo.

—¿Estás casada?... —me atreví a preguntar.

La idea de pensar que pudiese estarlo me produjo algo amargo dentro, y no entiendo porqué me siento de ésta manera, es extraño. Tal vez por miedo a que me vuelvan a mentir, como lo hizo Adaline, pero la pregunta es... ¿Porqué tengo miedo que la respuesta sea un sí?...

—El matrimonio es lo más maravilloso en este mundo. —expresó con un brillo especial en sus ojos. Entonces, bajé la mirada y supuse que tal vez ella estaba casada. —Pero aún no me ha tocado vivirla, soy una mujer solitaria.

Volví a mirarla sorprendida y ella dibujó una sonrisa en sus labios.

—¿Entonces no tienes novio?... —insistí  para asegurarme.

—Dijiste que no eras buena en las preguntas. —demandó un poco divertida. —Pero no, no estoy casada y mucho menos tengo novio.

—¿Entonces eres soltera? —cuestioné bailando por dentro.

Adaline. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora