Capitulo 22

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               ■Contenido Violento

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               ■Contenido Violento.

Narra Melanie.

Estoy nerviosa, demasiado. Siento mis manos pegajosas por la ansiedad. Los minutos parecen no llegar, pues he llegado cinco minutos antes al restaurante italiano y sólo faltan dos minutos para las once, minutos que se hacen eternos. Tengo la esperanza de que ella venga, algo dentro de mí, me dice que Adaline vendrá. Decido ingresar dentro del restaurante y sentarme en un lugar que queda hacia el ventanal de vidrio, dándome acceso a la vista de afuera.

—Disculpe señorita… —dice amablemente un señor con canas blancas a mi lado, por su traje advertí que se trata de unos de los meseros.
—¿Desea ordenar algo?...

—Am... Estoy esperando a mi acompañante. —respondí. —Pero mientras ordenaré un exprimido de naranja, por favor.

—Por supuesto. —sonríe. —Su pedido será realizado inmediatamente.

—Gracias. —dije y el mesero desaparece de mi lado.

Estoy consciente que en este lugar todo es demasiado caro. Pero vine preparada a eso, traje todo el dinero que tenía ahorrado sólo para que esta vez sea yo quien pague toda la cena. Mayormente era Adaline la que se encargaba de pagar todo porque así lo quería ella.

Observé a través del cristal con la esperanza de que ella aparezca, pero nada. Mire la hora en mi celular la cual me indica que ya son las once. Me incorpore mejor en mi lugar y acomodé mi cabello. El mesero vuelve a aparecer con mi exprimido de naranja y se lo agradezco. Los minutos transcurren, pero Adaline no aparece. El restaurante se ha llenado de personas y así como se llenó, se fue vaciando. Ya pasaron tres horas desde que estoy aquí, pero ella no se presentó. La decepción me oprimió y la única verdad que tenía como respuesta era sólo una… Adaline no vino.

—Señorita… —vuelve a aparecer el mesero de antes. —Ya vamos a cerrar.

Perturbada mire a mi alrededor y definitivamente era la única que quedaba.

—Lo siento, tenga… —dije poniéndome de pie entregándole el dinero.
—Quédese con el cambio.

El señor agradecido lo aceptó.
Me dirigí devastada hacia la salida. El aire frio golpeó con fuerza lo descubierto de mi rostro. Caminé con el pensamiento en blanco en la oscura ciudad en dirección a mi casa. No hay ninguna persona deambulando por estas calles, sólo el aire frio del invierno que me acompaña.

No es justo, ella sabe cómo destruirme. Una lágrima oscura cae de mis ojos. Una sola lagrima que movilizo el llanto del huracán dentro de mí. Solo fui un juego para Adaline, yo realmente la amo, y la amo demasiado como para dejarla ir, pero ella acabó conmigo. Me humilló y me desechó como algo sin valor.

—Mira que tenemos aquí… —me sobresalté al escuchar la voz de un hombre.

Él sale de las sombras de un pasillo oscuro, con un hombre a su lado. Los miro alarmada y estos lanzan una risilla muy perturbadora, como si estuvieran tramando algo.

Adaline. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora