En el nombre de la familia.

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Aclaración: No me gusta que mis fics superen los 20 capítulos, por ende estos, que son los últimos serán super largos. Solo aptos para lectores pacientes, dedicados y detallistas. :)


Capítulo XVIII

Un mes después de la partida de Yuri de la casa de Otabek, Natalia recibía formalmente un documento de extradición donde se intimaba a su hija Anielka a responder a la justicia canadiense en 72 horas por su propia voluntad o de lo contrario sería requerida acompañada por la fuerza pública de Rusia según los tratados internacionales. Estuvo dos días enteros, desde que escucho la conversación de los Plisetskys dándole vuelta al asunto sobre todos los posibles de errores que había cometido su hija, era evidente que hubo uno, un hilo del cual la policía tiro para descubrir el homicidio de Jean. Debían huir las tres cuanto antes de Rusia, la loca de su hija no soportaría una ronda de interrogatorios sin dejar caer todo por la borda. Anastasia las acompañaría, su fiel hermana siempre estaba dispuesta a ayudarlas en los peores momentos. No podía contar con sus otros hermanos, no después de la muerte del menor de ellos Sergey, muerte por la cual toda su familia las culpaba. Todos menos Anastasia que sabía que Sergey había metido la pata y por eso tuvieron que deshacerse de él... quemándolo vivo junto al coche que habían utilizado para atropellar a Amanda Leroy.

Cuando Anielka llegó su madre y su tía la esperaban en el estudio principal de la casa que compartían, la misma que perteneció en la antigüedad a Pedro Romanov el difunto marido de Natalia, a penas las vio supo que algo andaba fuera de lugar. Su madre la invitó a tomar asiento y le ofreció uno de sus acostumbrados tés, lo ignoro y sacudió la mano delgada de forma impaciente - ¿Qué está pasando mamá?- dijo directamente.

- Tienes una orden de extradición para presentarte frente a la justicia canadiense, han descubierto que la muerte de tu marido fue un homicidio. –

El rostro de Anielka se congelo palideciendo de golpe, incapaz de articular alguna palabra decidió mantenerse en silencio mientras escuchaba a su madre.

- Como no tenemos idea de cuál fue el error que cometiste, hija, no podemos arriesgarnos a que viajes a Canadá. Pueden surgir, si es que ya no lo han hecho pruebas que también te involucren con el accidente de Amanda...-

- ¡Le prendiste fuego a tu hermano junto con el coche con el que atropelló a mi cuñada!-

- Le prendimos hija... le prendimos- corrigió Natalia acercándose con paso gatuno en dirección de su hija aun sentada en estado rígido – las dos estamos juntas en esto, no lo olvides.- le recordó con voz calmada demasiado cerca del rostro.

- Las tres. – Corrigió Anielka mirando en dirección a su tía Anastasia que se encontraba de pie frente a la chimenea hogar que no era utilizada hace años.

Natalia ignoró el comentario de su hija y continuo – Hubo un error, no tenemos tiempo de encontrarlo para solucionarlo. Por eso he tomado la decisión de marcharnos las tres, mañana a primera hora tomaremos un metro rumbo a Finlandia con documentos falsos, no podemos tomar avión hasta llegar a Islandia. No es seguro ya que todos los aeropuertos deben estar notificados con nuestros rostros y avisaran a la justicia Rusa apenas intentemos salir, así que llegaremos allí en barco. En Islandia es más fácil, los controles son infantiles podremos tomar un vuelo hasta Argentina seguro... tengo un amigo allí, nos ayudara.-

- ¡No tengo ni idea donde es Argentina madre! ¡Estás loca si crees que yo me iré! – Anielka se puso de pie con intención de dirigirse a la salida – Además tengo que hablar con Otabek, él puede protegerme, no creerá lo que dicen de mi.-

El tercero es el perdedorWhere stories live. Discover now