Las mujeres de mi esposo

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Capítulo 2

Los novios eran rodeados por los escasos invitados para ser saludados mientras alguien arrojaba arroz ocasionalmente y tomaba fotos de ellos. Otabek en todo momento no había soltado el agarre de la cintura de Yuri que se sentía incómodo y molesto de más, jamás le había gustado que lo tocaran o abrazaran extraños. Finalmente haciéndose lugar entre la gente Sezim pudo acercarse y tomar la mano de Yuri que la miraba confundido, esta lo ignoró y se dirigió hacia su hijo – Voy a robarme a tu esposo un rato Beka, entenderás que me gustaría conocer a mi yerno un poco, ya lo has acaparado y escondido solo para ti lo suficiente.-

El rubio miro a su esposo en busca de alguna directiva pero lo único que recibió fue una mirada de "No lo arruines o estarás en problemas". Tragando saliva juntó valor para ordenar sus ideas y acompañar a la mujer que tiraba de él ansiosa. Salieron del salón a lo que parecía un balcón con vista al bosque natural que se levantaba espeso y oscuro, ni siquiera hubo tiempo para silencios incomodos ya que Sezim atacó a Yuri con un sinfín de preguntas sobre cómo se habían conocido, que familia tenía, a que se dedicaba, tampoco se cansó de alagar lo guapo que era y repitió como treinta veces lo feliz que la hacía de que al fin su hijo encontrara un amor sano y verdadero. Pobre mujer, debía admitir que a pesar de no conocerla le había caído bien al instante, era una mujer grande pero que emanaba juventud por los poros y las palabras a pesar de su enfermedad, reía siempre a carcajadas, de esas que solo cargan las personas francas y desprejuiciadas, sin duda el tal Otabek debía ser adoptado porque no tenía ni un poco del encanto natural de su madre, ni su simpatía.

Yuri quiso ser caballero y ofreció su brazo para que bajaran a tomar aire al jardín del hotel que Sezim alago entre pregunta y pregunta cada 5 minutos, esta acepto encantada oliendo descaradamente la colonia que traía puesta felicitándolo por su buen gusto.

- Allá dentro conocí a tu padre – Inicio la mujer nuevamente una conversación apenas tomaron asiento en un banco del lugar - ¡Es tan guapo! Quede impactada, no tanto como mi difunto marido, pero me impacto igual. Tu eres lindo como un día de primavera pero bastante diferente, dime Yuri ¿Te pareces a tu madre?-

- Pues sí, eso dicen, no tuve la suerte de conocerla pero por las fotos soy algo igual...-respondió sonrojado, y algo celoso, por lo general no le gustaba que las mujeres ni otros hombres se fijaran en su papá, aunque se lo perdonaría a Sezim por ser encantadora y estar enferma.

- Espero no haberte incomodado pequeño... - dijo mientras lo abrazaba con efusividad mientras Yuri pensaba que la falta de respeto por el espacio personal parecía venir de familia – Yo seré como tu madre ahora y estaré siempre de tu lado cuando mi hijo se comporte como un idiota, algo que ya habrás notado que lo hace seguido, eso no lo heredó de mí, lo saco de su padre que también era medio idiota ¡Pero tan guapo! – suspiró mirando al cielo.

"Vaya hasta la madre se da cuenta que el hijo es una caca", pensó Yuri mientras reía nervioso, una brisa comenzó a correr y decidieron volver a la pequeña celebración, una especie de copetín ligero que también había sido organizado por Otabek e Iván. Sezim volvió a tomar el brazo de Yuri sonriendo y bromeando en el camino, aunque hizo una pregunta que descoloco un poco al rubio - ¿Y estás seguro pequeño que quieres hacer esto?- su tono de voz era igual que si preguntara por el clima, pero el rostro de Yuri se contrajo en una mueca de alerta. – Me refiero a tener una vida de casado ahora que eres tan joven, yo a tu edad no me sacaban de las fiestas ¡jajajajajaja!- termino de hablar relajándolo, estuvo a punto de creer que la mujer se había percatado de que todo era una farsa. Sintió lastima por ella, se veía tan ingenua y buena persona ¿Qué clase de persona le miente de este modo a una madre a punto de morir?

El tercero es el perdedorWhere stories live. Discover now