Cap. 19

551 27 1
                                    

Narra Agoney

A: he pensado en hacer como una pequeña ronda de preguntas el uno al otro.
R: me parece bien.

A: ¿Cual es tu color favorito?
R: amarillo.
A: muy bonito...
R: ¿Por qué cantas tan bien?
A: iba a la escuela de música en Adeje, y gracias por lo de que canto bien.
R: de nada.
A: ¿Vives solo?
R: no, aquí también viven Álvaro y mi madre, pero en cuanto tenga los dieciocho años me voy a independizar.
A: ¿Todavía no tienes los dieciocho?
R: no, ¿Tú si?
A: si.
R: ¿Y vives solo?
A: no, con mi hermana, algún día tienes que conocerla.

Realmente nos hemos ido mucho del tema, pero da igual, me siento muy comodo hablando con él.

R: seguro que tu hermana me caerá tan bien como tú.
A: ¿Del uno al diez cuanto te caigo de bien?
R: un 9'75...
A: pues creo que ese número va a bajar un poco ahora...
R: ¿Por?

Cojo la bolsa de palomitas que tenía él en la mano y salgo corriendo por toda la casa. Sale disparado detrás de mí.

R: ¡Ven aquí!
A: nunca.

Corremos como niños y llegamos a la cocina. Esto me recuerda al momento de las pizzas y una sonrisa tonta aparece en mi cara.

R: venga, damelo.
A: ¿Y que me darás a cambio?
R: pues... algo.
A: me tienes que dar algo a cambio.
R: vale...pero con una condición.
A: a ver, dime.
R: quiero que...

No mires atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora