Cap. 20

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Narra Agoney

R: quiero que no se lo digas a Nerea y que no te vayas ni nada.
A: vale, toma tu bolsa.

Recargo mi peso en la pared y alargo el brazo. Él coge la bolsa y la deja en la encimera.

A: venga, quiero mi recompensa.
R: ya, voy...

Raoul se acerca a mi, coloca una mano en mi nuca y la otra en mi cintura y me da un pico.

A: buena recompensa...
R: no se me ocurría otra cosa.
A: ¿Y por que no quieres que lo sepa Nerea?
R: porque en cuanto se entere va a empezar a gritar y a saltar...
A: ya, pero a mi eso me da igual, bueno no, no me da igual, pero a la vez sí, no sé, es que...

Raoul se vuelve a acercar y mientras me explico me da otro pico.

A: ¿Y este a que ha venido?
R: bueno, te estabas enrollando mucho con la explicación y había que callarte de alguna manera.
A: ah, bueno...¿Entonces cuando piense que te estás enrollando te puedo dar un pico?
R: sí, si quieres sí.
A: ah, pues me parece muy bien.
R: ¿Y si vemos una película hasta que venga Nerea?
A: me parece bien.
R: es que creo que no vendrá hasta la hora de comer, pero bueno da igual porque tiene llaves y puede entrar a casa y...

Me acerco a él, le doy un suave pico y me voy hacia el salón. Me siento en el sofá y Raoul llega enseguida.

R: ¿Por que me has dado un pico ahora?
A: te estabas enrollando...

Abre un pequeño armario que hay al lado del sofá, saca una manta y viene hacia mi. Se sienta a mi lado y estira la manta de manera que nos tape las piernas a los dos. Y como ya es normal, pone su mano en mi muslo haciendo pequeños masajes.

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