Cap. 10

659 37 0
                                    

Narra Agoney

Nerea sale de la casa y nos deja solos. Raoul me baja de sus hombros y vamos hacia la cocina.

A: ¿Que vas a hacer de comer para la cena?
R: pues habia pensado en hacer pizzas.
A: ¿Osea que tenemos que hacer toda la pizza nosotros solos?
R: si.
A: ¿Hasta la masa?
R: hasta la masa.

Raoul comienza a cojer los ingredientes cuando lo veo ponerse de puntillas delante de un armario pequeño que está un poco alto.

R: Agoney...¿Me puedes coger la harina?

Cuando esas palabras salen de su boca se me llena el pecho de ternura. Me acerco al armario, cojo la harina y se la doy.

R: gracias...
A: de nada. Venga, vamos a hacer la masa.

Comenzamos a mezclar los ingredientes inventandonoslo un poco todo. Como van a venir muchos esta noche estamos haciendo cinco pizzas. Sin querer, haciendo una de ellas le tiro un poco de harina a Raoul en el brazo.

R: ¿Me acabas de manchar con harina?
A: quizás...
R: acabas de empezar una guerra.
Raoul me tira harina a la Narra Agoney

Nerea sale de la casa y nos deja solos. Raoul me baja de sus hombros y vamos hacia la cocina.
A: ¿Que vas a hacer de comer para la cena?
R: pues habia pensado en hacer pizzas.
A: ¿Osea que tenemos que hacer toda la pizza nosotros solos?
R: si.
A: ¿Hasta la masa?
R: hasta la masa.

Raoul comienza a cojer los ingredientes cuando lo veo ponerse de puntillas delante de un armario pequeño que está un poco alto.
R: Agoney...¿Me puedes coger la harina?
Cuando esas palabras salen de su boca se me llena el pecho de ternura. Me acerco al armario, cojo la harina y se la doy.
R: gracias...
A: de nada. Venga, vamos a hacer la masa.
Comenzamos a mezclar los ingredientes inventandonoslo un poco todo. Como van a venir muchos esta noche estamos haciendo cinco pizzas. Sin querer, haciendo una de ellas le tiro un poco de harina a Raoul en el brazo.
R: ¿Me acabas de manchar con harina?
A: quizás...
R: acabas de empezar una guerra.

Raoul me tira harina a la cara y por el pelo.

Corremos como niños por la cocina, hasta que en uno de los puñados que me tira me cae un poco al ojo. Me siento en el suelo y Raoul se sienta delante de mi.

A: me has tirado al ojo, cabrón.
R: perdón...
A: no pasa nada, pero me escuece.

Al decir esas palabras, Raoul sale corriendo de la cocina y vuelve con una toalla pequeña.

A: gracias...

Me limpio la cara y el pelo como puedo.

R: lo siento, soy un desastre, perdón...
A: Raoul ya te disculpaste antes, y además a sido un accidente, no pasa nada.
R: ya, pero es que yo me preocupo mucho y...
A: da igual, vamos a terminar de hacer las pizzas.

Ya hemos hecho cuatro pizzas, y la última está en el horno.

A: oye, creo que me voy a tener que ir a mi casa, me tengo que duchar y cambiar de ropa todavía
R: no, quedate un poco...te puedes duchar aquí si quieres y...te dejo ropa.
A: no, que al final terminamos como esta mañana. Me voy ya, pero gracias por todo.

Me acerco a el y le doy un abrazo y un beso en la mejilla, como él me hizo antes.

Salgo de su casa y entro a la mia, todavía con harina por el pelo, la cara y la ropa.

Gl: ¿Que te pasó en la ropa?
A: no es nada, estaba en casa de un chico y...
Gl: ¿Tienes novio?
A: yo no dije novio, dije un chico.
Gl: bueno, sigue contando.
A: pues esta noche va a hacer una fiesta en su casa y me ha invitado y estaba ayudandole a hacer la comida.
Gl: pues...tira a la ducha y ponte guapo para tu amado.
A: ya te dije que no es nada, solo mi amigo.
Gl: dentro de un mes no me dirás lo mismo.
A: bueno...me voy a la ducha.

Al salir de la ducha voy a mi habitación a vestirme. Unos vaqueros blancos rotos y una camiseta rosa. Ya con todo lo necesario voy a despedirme de Glenda.

Gl: llévate una sudadera, que hace frio.
A: vale...
Gl: ¿Vas a venir a dormir?
A: sí, si no pasa nada sí.
Gl: pues venga, vete que tu marido te estará esperando.

Miro a Glenda serio. Raoul y yo no tenemos nada, ni lo vamos a tener. O eso creo.

No mires atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora