Un Peligroso Amor

La decisión final

Me encontraba entre la espada y la pared. Ruth me miraba a los ojos con la notoria esperanza en su sonrisa de que le daría el sobre. Se supone que eso era lo correcto, ¿no? Pero... ¿qué pasará con Vergil? Le prometí que iba a cumplir con él y que no renunciaría a ello. Quiero creer que lo que voy a hacer sea lo correcto...

-Lo siento. Tengo que cumplir con mi deber...- respondí cabizbaja. Quería pensar que Ruth y Vergil tenían el mismo objetivo de ayudarnos, sólo que por caminos separados.
Ante esto, Ruth desvaneció su sonrisa y su mirada se tornó fría, como siempre solía ser en ella.
-Ya veo... ¿Entonces dejarás que tu familia, tus amigos y todas las demás personas que te importan sigan creyendo las mentiras de la Orden, sabiendo las cosas inhumanas que están creando?

Me preguntaba varias veces qué debía hacer en ese momento. ¿Qué excusa le iba a dar? Comencé a entrar en pánico y a mirar a todos lados por efecto del nerviosismo. Ruth ahora me miraba con decepción.

-Es una pena que pongas por delante tus 'deberes' antes que salvar a tus seres queridos. Sólo déjame decirte, que pienso terminar esto con o sin tu ayuda...- dijo para luego tomar el cuchillo del escritorio y desviar nuevamente su fría mirada hacia mí.
-¿¡E-En qué estás pensando!? ¡Ruth, no lo hagas por favor!- suplique mientras abrazaba el sobre con fuerza y me echaba para atrás.
-Intenté negociar contigo para no tener que llegar a esto, en serio me caías muy bien.- dijo para luego tomarme del cuello y a apuntar el cuchillo contra éste. -Y lo siento por ti __________, pero yo también tengo un deber que cumplir y no dejaré que la Orden se salga con la suya, cueste lo que cueste...- dijo con un tono frío y presionando el cuchillo hasta sentir un dolor cortante en mi yugular.
-¡No Ruth, por favor! ¡NO!- grité con todas mis fuerzas, cerrando fuertemente mis ojos para no presenciar lo que iba a ocurrir.

Se acabó. Ruth iba a terminar conmigo en segundos, y me sentía peor por el hecho de que iba a ser de una manera sangrienta. ¿Y todo por qué? Por el amor de mi vida, por Vergil. Había llegado tan lejos y ahora iba a morir sin siquiera haber llegado a nada con él, sin haber conocido su trasfondo o sus intenciones, sin haberle mostrado mi más puro amor por él...
Esperaba a que esta muerte fuera rápida, ya que sabía que nadie vendría por mí...

O eso era lo que yo creía...

Aún con los ojos cerrados, oí un fuerte golpe metálico seguido de otro golpe en seco, como si alguien se hubiese caído al suelo. Apenas recuperé el aliento y la conciencia, abrí lentamente los ojos y no creía lo que estaba viendo: Ruth estaba noqueada en el suelo y a la persona que menos me esperaba en esta situación con una lámpara en mano, mirando atónitamente al cuerpo inconciente.

-¿A-Alexa?- tartamudeé asombrada.
-¡__________! ¡Hay que salir de aquí, rápido!- dijo mientas devolvía la lámpara al escritorio y me tomaba de la mano para salir rápidamente de la oficina.
-¿Q-Qué haces aquí?- pregunté confundida.
-¡Luego te lo contaré, ahora debes alejarte de aquí! Ellos no tardan en venir.- respondió mientras me guiaba hacia la salida de emergencia.
-¿Cómo sabías que yo...?

No, no lo entendía. Me hubiera esperado más ver a Anabelle en vez de Alexa en esta situación. ¿Será que habrá escuchado de alguna manera nuestro plan o sólo fue pura coincidencia? No lo sabía, pero no tampoco me podía quejar, salvó a tiempo mi vida. Tal vez... deba dejar este pensamiento de lado y huir lo más rápido que pueda.

Al llegar a la salida de emergencia, Alexa comenzó a forcejear un poco con éste para abrirlo, no le tomó mucho tiempo en conseguirlo.

-¡Listo! V te está esperando en el callejón del antiguo orfanato. Nos vemos luego, yo los distraeré.
-Espera, ¿¡qué!? ¿¡Quién es V!?
-¡Sólo ve!- respondió para luego cerrar fuertemente la puerta, quedándose ella adentro y yo por fuera.
-¡Hey! ¿¡Qué haces!? ¡Abre!- exclamé molesta intentado abrir la puerta, pero al parecer Alexa la había bloqueado desde adentro. Detuve mi forcejeo y salí de ahí sin más opciones al escuchar múltiples voces del otro lado de la puerta preguntando por mí.

Corrí por las calles de Fortuna, evitando hacer contacto con cualquiera que me reconozca. Ya al cabo de unos minutos, al ver que ya no habían multitudes de personas, comencé a caminar y a pensar sobre lo que había pasado: Alexa me salvó de Ruth y de ser atrapada por mi jefa, ¿y ahora me dice que vaya a ver a un tal V?
¿Qué está pasando? ¿Quién es él? ¿Acaso...? No, lo dudo. Él por algo me pidió no revelar su existencia y dudo que lo haya hecho con una niña...

-Es hora de terminar esto.- dije para luego ir paso firme a mi hogar, a concluir con el desafío de Vergil.

Mientras caminaba con el sobre oculto entre mis brazos, pasé frente del antiguo orfanato que Alexa me había dicho.
Aquel lugar había sido abandonado hacía unos meses ya que no recibía el suficiente apoyo económico por parte de los ciudadanos de Fortuna y varias de las cuidadoras renunciaron. La gran mayoría del dinero se había invertido en la remodelación del teatro y en la construcción de la enorme estatua de Sparda... En verdad es una gran lástima que la gente se preocupe por cosas menos importantes como lo son los niños...

Solté un ligero suspiro y medité unos segundos sobre si entrar en aquel oscuro callejón, y llegué rápidamente a la conclusión de que no volvería a arriesgarme a que sea una trampa, así que retomé mi camino. Después de haber avanzado un par de metros de aquel lugar, escuché unos pasos detrás mío. Miré de reojo que quien me seguía era una figura alta encapuchada de negro. ¿Acaso era ese tal V? Si era así, pues vaya que tenía una apariencia muy tenebrosa...

Volví a caminar rápido en dirección a mi departamento, pero esta vez hasta el punto de casi correr, al igual que quien me seguía. Sus pasos se volvían más rápidos que los míos y me sentía aterrada conforme sentía que se acercaba. Eché en llanto al sentir como éste logró agarrar mi brazo con fuerza y me llevaba a un callejón cercano.
-¡NO POR FAVOR! ¡NO ME HAGA DAÑO! ¡DÉJEME IR!- gritaba mientras intentaba liberarme del agarre.
-¡Shh! ¡Cállate, soy yo!- detuve mi forcejeo al reconocer esa voz que alegraba mis oidos.

-¿Eres tonta o qué? ¿Quieres que nos descubran?
-¿V-Vergil?... ¿Eres tú?

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Muy buenas mis queridos lectores ❤
Sí, lo sé, me tomó mucho actualizar esta vez y les pido mi más sinceras disculpas por hacerlos esperar tanto 😢
Este mes de abril fue bastante intenso para mí ya que comencé mi primer empleo :')

Agradezco mucho a aquellas bellas personas que me esperaron y que siguieron hasta ahora. Me saca una sonrisa ver como me apoyan con votos, comentarios y recomendandome. Me motiva a continuar escribiendo para también darles un feliz día ❤❤ (que cursi soy :'v 😂)

Sin más que decir, gracias y espero que tengan un buen día/tarde/noche ;3