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Después de recorrer con la mirada cada centímetro cuadrado de mi cuerpo, posicionó sus manos en mi cadera, estas se desviaban a mi abdomen subiendo por este hasta llegar a mis pechos, los cuales empezaba a masajear parsimoniosamente. Sus caricias, masajes, roces, todo. Simplemente todo lo que hacía me volvía completamente loca. A consecuencia del placer, me sujeté de su pecho mientras encorvaba mi espalda y echaba mi cabeza hacia atrás. Besó la loma de mis pechos al mismo tiempo me tomaba de la cintura y así girar lentamente y recostarme con suma delicadeza sobre el alcochado, acopló su perfecta anatomía con la mía, el sentir su tibia y tersa piel sobre la mía era completamente delirante. Sus manos seguían recorriéndome completa, mientras que nuestros labios estaban fundidos en un apasionado beso. No podía evitar que pequeños gemidos se colaran por mis labios sobre los de Nick, sus mortales caricias eran las culpables.

Sin embargo estos solo incitaban a Nick a poner las esmero en su "tarea".

Bajó sus besos por mis mejillas hasta mi cuello, para depositar en este, cálidos y húmedos besos, de vez en cuando hincaba sus dientes para dar suaves mordidas, las cuales lejos de producirme dolor, solo aumentaban mi éxtasis. Pero lo que simplemente me hacía enloquecer, lo que provocaba una guerra de hormonas en mi interior, era cuando deslizaba su lengua por mi piel. La mezcla de sensaciones que Nick me producía con solo hablarme, darme un beso o una caricia era lo mejor que podía existir.

Ya no aguantaba más, agradecía de sobre manera que la casa estuviese sola, mi ansiedad aumentaba,. Los labios de Nick se ligaban con los míos cuando comencé a jugar con el elástico de su bóxer haciendo caricias sumamente delicadas, este quedó estático, cerrando los ojos al mismo tiempo que mordía su labio inferior.

Decidida comencé a bajar esa última y azul prenda que cubría su cuerpo, Nick rápidamente abrió los ojos y tomó mi mano.

―Kate si tu...― comenzó ha hablar entrecortadamente

―...Sí, estoy lista― lo interrumpí mientras acariciaba su mejilla, me acerqué para besar sus labios ―Quiero que seas tú― susurré sobre sus labios para luego volver a mirarlo a los ojos. Me miraba entre tierno y pensativo pero después una sonrisa se dibujó en su rostro. Regresó a mis labios para darme un beso lleno de sentimiento, completamente alucinante.

―Será un honor― susurró en mi oído mientras dejaba un camino de besos desde mi mejilla hasta mi cuello. Mientras que yo continuaba con lo que me había interrumpido, Nick me ayudó a deshacerme de la prenda restante que había sobre mi cuerpo y así dejarla sobre el piso junto con toda nuestras ropa.

Nick se estiró hacia los cajones que estaban a un lado de la cama, abrió el cajón inferior y de este sacó un pequeño sobrecito negro.

―¿Segura? ― preguntó acomodándose entre mis piernas

―Completamente...― le respondí más que segura, pasé sus manos por su cabello atrayéndolo a mis labios.

Poco a poco sentí como nuestras anatomías se convertían en una sola, cerré fuertemente mis ojos y me separé solo unos milímetros de los labios de Nick, ya que un fuerte dolor se apoderó de mi entrepierna, tanto que no pude evitar enterrar mis uñas en la espalda de Nick.

―Kate... ¿Qu...quieres que me detenga? ― me preguntó, seguramente porque había notado mi gesto, más sin abrir los ojos y sin suavizar mis facciones negué con la cabeza. Colocó una de sus manos en mi cadera para comenzar suaves embestidas, de un momento a otro el fuerte dolor se convirtió en placer puro, al igual que sus movimientos comenzaban a tomar mayor velocidad e intensidad.

Abrí mis ojos para poder ver el rostro de Nick, sus ojos estaban cerrados, mordió su labio inferior u una delgada capa de sudor cubría su cuerpo.

Era demasiado lo que sentía que desbordaban de mi en forma de pequeños gemidos, los cuales Nick atrapaba con sus labios.

Sentí como una serie de corriente eléctrica recorrían mi cuerpo, desde la punta de mis pies hasta la cabeza, mis músculos se contraían, nuevamente su espalda fue víctima de mis uñas. Habíamos llegado a la "sima".

Nick completamente rendido de acomodó a mi lado ocultando su rostro en mi cuello, nuestras respiraciones estaban más que agitadas.

―T...te am... te amo― susurró Nick entrecortado en mi oído envolviéndome entre sus brazos.

Mi compañero de casa © (#wattys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora