No he escrito en un par de días, y necesito hacerlo.
Otro día más, donde vomitar se vuelve una rutina de cada día, donde te acostumbras, donde sufres pero te gusta estar.
Y si, también esta bien, hasta un límite, cuando lo pasas deja de estarlo. Que en algún momento va a pasar.
El día de ayer vomite 2 veces, las únicas comidas. Y me sentí tan bien, me gusta sentir mi estómago vacío, y más ahora que ayuno por días.
El mentir ya se volvió cotidiano.
–vas a desayunar?
–no, ya lo hice en casa.
...
–vas a comer?
–no, comí en la prepa.
Todo mi día se basa en encerrarme, dormir, comer, vomitar, llorar, volver a dormir. Y ya casi no escribo ni mucho menos leo.
Nadie me ha preguntado sobre mi comportamiento, y bueno, ya casi no suelo hacer ruido al devolver el alimento, las arcadas disminuyen, como mi peso, aunque yo no lo noto, sigo siendo gorda.
Lo odio, lo odio tanto.
Me eh descuidado, comiendo harinas, grasas y azúcares, no tomo tanta agua, no hago ejercicio y casi no vomito, si a caso una o dos cada 3 días.
Tengo casi 2 semanas sin pesarme y según mis cálculos, debo haber bajado 3 o más kilos, y me asusta el que no.
Necesito sentir que me mareo, mi cuerpo débil, así sabré que estoy bajando.
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Hey! Gorda!
RandomUn diario... Mi diario, el de una chica obesa que solo busca expresarse y que tiene que lidiar con problemas alimenticios intentando buscar la perfección. Algo estúpido ¿no?