Pequeños momentos parksborn

♡No es tan malo♡

El Hombre Araña, siempre el Hombre Araña. Estaba harto del Hombre Araña. ¿Por qué siempre aparecía cuando había un desastre? ¡Claro! Porque él los provocaba, era obvio. El Hombre Araña creaba los problemas y luego aparecía "casualmente" para resolverlos y hacerse el héroe. Pero nadie se daba cuenta de eso, sólo su padre y él, el resto de la gente creía las mentiras de ese arácnido pseudo comediante.

Y a decir verdad, no le importaba que las personas no le creyeran, lo que le dolía era incluso Peter, su mejor amigo y la persona en quien más confiaba también creía las mentiras del Hombre Araña y le defendía. Justo como ocurre ahora.

— ¿Por qué lo apoyas tanto? — Le preguntó molesto. No. Celoso.

— Lo he visto, me ha salvado y te ha salvado a ti. — Contestó el castaño mientras tomaba de su bebida.

— Si tuvieras que elegir entre el Hombre Araña y yo, ¿a quién elegirías? — Sí, sin duda estaba celoso.

— Por supuesto que a ti, Harry, lo sabes. — Suspiró aliviado ante la respuesta. — Pero no estoy en esa encrucijada, ¿por qué no le das una oportunidad? Verás que realmente hace lo que hace porque es lo correcto y no para "presumir" como dices. — Hizo comillas con los dedos. — Incluso creo que podrían ser amigos. — Bromeó.

— Ni hoy ni nunca me verás siendo amigo de esa amenaza. — Dio una mordida a su sándwich y terminó esa conversación, estaba seguro que de seguir comenzaría a discutir con Peter y no quería eso.

(...)

Eran casi las once de la noche, bastante tarde. Al parecer se le había ido el tiempo muy rápido estando con Peter, ¿pero podían cuparlo? Desde hace meses no habían podido estar juntos así pues el castaño siempre tenía una excusa y huía a quién sabe dónde.

Iba caminando tranquilamente hacia su hogar hasta que fue detenido por dos tipos, estos claramente eran asaltantes y uno de ellos tenía un arma la cual apuntaba a su pecho.

— Haremos esto fácil para ti, niño; nos das todo lo que tienes, no haces nada estúpido y a cambio no habrá una bala dentro de ti. — Habló uno de los asaltantes. Harry dirigió su mano a su bolsillo para sacar su celular y su cartera y entregarlos a los sujetos, prefería evitarse problemas.

— Oye, ¿no es el hijo de Norman Osborn? — Preguntó el otro. Mierda.

— Hey, tienes razón... Seguro nos darán mucho más por su rescate. — Acercó el arma a su cabeza. — Si no quieres metal en el cerebro será mejor que vengas con nosotros. —

— Yo creo que no. — Los tres dirigieron su vista a aquella voz encontrándose con el Hombre Araña el cual saltó de un edificio cayendo de pie -gracias a sus telarañas- junto a ellos.

Genial, lo que le fiaba, ahora sería rescatado por el intento de héroe.

— Alejate o le vuelo el cerebro. — Amenazó el hombre.

— Sí... No. — Usando una de sus telarañas le arrebató el arma para seguidamente utilizar las mismas y atrapar a los dos hombres. — ¿Llamas a la policía por mí? Olvidé mi celular. — Harry pensó que se estaba burlando de él. — Oh, cierto. — Se agachó al asaltante que tenía los objetos del moreno y los tomó para devolverselos. — Aquí tienes. —

Harry realmente no quería hacer lo que le decía, sin embargo igualmente llamó a la policía, no podía dejar a esos hombres ahí sabiendo que son peligros.

— Listo, ahora me largo. — Dijo marchándose de ahí.

— ¿Ni siquiera un gracias? — Comenzó a seguirlo.