- No jodas que ya llegó tu hija? - Preguntó el desconocido pasando la vista de mí, hacia mi padre como ocho veces.
- No la ves? - Remató Jonathan, ahora con expresión de desconcierto.- Que ocurre William?
Y los dos se dirigieron hacia el sofá de la salita trás la cocina.
- El problema es que no estoy seguro de que es lo que esta pasando. Ayer Hannah, se marchó del piso mientras yo estaba en la oficina haciendo unos trámites.
- Y por qué me tiene que interesar eso a mí? - Preguntó seco mi queridisimo (nótese mi sarcasmo) padre Jonathan, mientras yo seguía perpleja.
- Por que creo que entró en la oficina y vio los papeles de la organización de despedidas de soltero que organizaste. Nos pasamos con las fotos del strepteese. Ahora pensará que soy un morboso pervertido.
Mi padre cuando escuchó strepteese, inmediatamente giró su mirada hacia mí pero no duró mucho.
-William!! Te dije que lo olvidaras, solo eran ideas, ya te dije que denegué ese plan.
- Ya lo sé, ya lo sé. - Contestó el tal William Scott mientras escondía la cabeza tras sus manos.
Mi padre al parecer, volvió a sus cabales y reaccionó.
- Katherine, este es William Scott, un compañero de trabajo y un amigo. Aunque tambien es un estúpido e inocente cabrón. - La expresión de Jonathan seguía bastante impasible.
Yo me limité a asentir y a decir:
- Es un placer conocerte William.- Al oirme llamarle William, mi padre sonrío de forma descarada.
- Perdona sus modales, ha heredado mi humor, pero es tan borde como su madre.
Ese comentario hizo que se formara una sonrisa en la boca de William Scott. Pero a mí, hasta me molestó.
- Jonathan. - Dije.
- Si Katherine?
- Me gustaría que mostraras mi cuarto, mis maletas no están hechas para adornar. - Agregé, y inmediantamente William comenzó a reírse.
- Kate (No me lo creo, mi padre me ha llamado Kate? Imposible), querida, mi apartamento consta de dos habitaciones, la mía y la de invitados, esta otra suele estar ocupada por William.
- Estas contandome una milonga para que duerma en el sofá?
- Me refería mas bien, a algo como comprarte un apartamemto.
- Cuántos años tienes Katherine?- Preguntó William como si nada.
- 17. - Le respondí yo.
Ahora William Scott se encontraba pensando algo mientras me miraba, segundos después, prosiguió:
- Jonathan, por que no la metes en Greyscott? Ryan dice que se lo pasa muy bien allí.
- Greyscott? Ryan?- Pregunté yo.
- Te lo aclararé. - Dijo mi padre. - Greyscott Art School es una de nuestras últimas inversiones. Se trata de un colegio que trata todo tipo de artes para gente de nuestra clase. Esta prácticamente al final de la calle y hemos reparado las instalaciones hace poco.
Ahora se encuentra casi vacío de profesorado, por lo cúal se dan las clases mínimas, pero la mayoría de los alumnos que tenemos durante el curso, se quedan tambien en verano por las actividades.
La residencia se clasifica por edades y sexos. Los alumnos tienen desde 14 hasta 24 años. Pero los alumnos se separan en Clases A (14-17), Clases B (18-20), y Clases C (20-24).- Y por un momento Jonathan se calló.
Justo el tiempo en el que William dio su pie para proseguir.
- Ryan es mi único hijo, tiene 18, aunque pronto cumplirá 19, va al Greyscott Art School y según parece, le gusta vivir ahí.
- Podrías quedarte allí un tiempo, así conocerás a gente de tu edad, y puedes mejorar tu profesión. - Concluyó Jonathan.
- Lo dices como si tuviera mas opciones, y pudiendo vivir en esa escuela de gratis, dudo que me compres un piso.
- Dudas bien. - Dijo William y mi padre sonrió.
- Sería una tontería que vivieras sola en el centro, en vez de en la residencia de un colegio privado de Elite. Con chicos de la Elite. - Y al acabar la frase Jonathan alzó las cejas.
Yo continué con mi mejor cara de culo y dije:
- Pero si... - Mi padre cortó mi frase.
- No se puede negociar contigo, William, llama a Ryan, dile que venga rápido, que es una urgencia.
- Y ahora que piensas hacer?- Le pregunté.- Decirle al niño ese que me cuento lo chachipirulí que es ir al cole?
- Katherine, acabarás agradeciéndomelo.
Yo me encerré en su cocina con la intención de que desistiera de llevarme a un colegio privado para niños pijos.
Escuché el ya conocido timbre, entreabrí la puerta para ver quien había entrado en el piso y solo ví una sombra, cerre la puerta y escuché la conversación de la salita.
- Que ha pasado? Teneis un problema o algo?- Dijo el que acababa de entrar.
- Mi problema se acaba de encerrar en la cocina. - Contestó mi padre.
A los segundos, escuché como petaban a la puerta de la cocina.
- Quién es? - Pregunté.
- Yo.
- Y quién coño eres tu?
- Soy Ryan, y creo que te tendría que preguntar lo mismo.
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Grey's Art School
Novela JuvenilCuando Katherine Grey a sus 16 años consigue hacerse ver en el mundo del cine como un buen partido, cambia su forma de ver la realidad, ya que, los ofrecimientos de papeles y puestos artísticos no cesan. Las vacaciones de este año marcarán la difere...