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El pequeño rubio tenía su vista en sus manos, sus mejillas estaban rojas y sus manos temblaban ligeramente. Había actuado nuevamente muy nervioso, y eso comenzaba a avergonzarle cada vez más.

¿S-SangHyeok? —se apartó lentamente mientras sus mejillas se tornaban rojizas—, P-perdón...

No te preocupes. Ten más cuidado. Vine a —y el rubio le interrumpió.

¡S-SangHyeok! —reaccionó y regresó al interior del departamento, cerrando la puerta fuertemente para después correr a su habitación—, Oh mierda... regresó a abrir la puerta y le sonrió al castaño—. P-por favor espere aquí. —antes de que el contrario dijera algo, WangHo volvió a cerrar la puerta y regresó a su habitación.

Peanut, ¿quién era? preguntó Smeb mientras salía a la sala y al no verlo rió—. ¿Qué has hecho esta vez pequeño? —fue hasta la puerta y abrió esta, pero se sorprendió al ver de quien se trataba, los demás miembros del equipo se asomaron por detrás.

¿SangHyeok? —habló GorrillA.

Hola.—rió levemente.

Los chicos entraron junto al chico de un equipo ajeno, y se sentaron mientras un silencio un poco incómodo dominaba la habitación donde se encontraban.

Y... ¿Qué haces aquí? —habló Kuro rompiendo aquel silencio.

Yo... Quiero hablar con WangHo.—respondió.

Y en ese momento el rubio salió de su habitación con una ropa más decente, cabello arreglado y quizás un poco muy perfumado. Se sonrojó al ver a SangHyeok dentro pero solamente se acercó.

Te sostendré.  ─ fakenut.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora