Sellos Legendarios

CAPITULO 2. ALUMNA NUEVA

Cada persona tiene un demonio interior y en ocasiones es inevitable escucharlo......

– Ya falta poco...... ya falta poco....... Ya falta poco......ya falta poco.

(Narra Estaban)

– *jadeo* *jadeo*...... ¿Qué demonios?, otra vez ese estúpido sueño – cada vez son más frecuentes de lo normal.

– *toc *toc *toc* hijo estas despierto – dijo la mujer mientras entraba a la habitación de su hijo.

– Si, claro ya me voy a alistar – dije mientras me levantaba de la cama con dirección al baño.

– Bueno no tardes mucho saldré con tu tía a su cita con el médico – exclamo la madre del muchacho – y por cierto no te olvides de pasar por el paquete de tu padre a la oficina del correo.

– ¡Esta bien!

(Mas tarde)

Aun no dejo de pensar en esos sueños cada vez son más frecuente no entiendo nada de lo que está pasando.

Mientras iba caminando alguien me saco de mis pensamientos.

– Disculpa puedes decirme en donde queda la secundaria Paladinno – dijo aquella chica misteriosa.

– ah... ahh..ahh si yo estudio en ese lugar podemos ir juntos si gusta – que estúpido sonó eso.

– ¡De verdad! – exclamó la chica – muchas gracias.

No se porque tengo una extraña sensación, es como si algo estuviera apunto de pasar o talvez sea solo mi imaginación.

– Eh, disculpa creo que ya llegamos – dijo aquella chica, pero que tonto que tonto estaba tan sumido en mis pensamientos que no le preste atención.

– eh si aquí es... la...la dirección está en aquella dirección – deja de actuar así o va pensar que estás loco.

– Si, muchas gracias nos vemos luego.

– Ok – a todo esto, nunca le pregunte su nombre.

Supongo que los sueños son eso solo sueños, cosas sin importancia que se deben tomar en cuenta, es decir, quien les hace caso a esas cosas no es más que....

– ¡OYE! Es que acaso estas sordo no me escuchaste que te estaba llamando – dijo ella con un tono de molestia.

– Perdona, Meli no he estado muy concentrado hoy – suspire cansado.

– Que sucede todo está bien – dijo ella mirándome con preocupación.

– ¡Claro! No te preocupes – exclame con una sonrisa – vamos, que llegamos tarde y escuche que el profesor Holmes es muy estricto – le dije pasando mis manos por mi cabello

– Me parece gracioso que su apellido sea Holmes – dijo ella riendo contagiándome de inmediato.

*Ya en el aula de clases*

– ¡Hola chicos! – dijo el castaño sentándose en su lugar.

- ¡Hola! – dijimos al unísono.

– Ya escucharon que habrá un nuevo estudiante – dijo el con entusiasmo.

– ¡Así! ¿Sabes quién es?

– No, ni idea, pero creo que se presentara hoy.

– Solo espero que sea agradable – dije posando mi cabeza en mi mano.