Capítulo 15Existen sitios en el universo que llevan tatuados los nombres de aquellas personas que nos marcaron la vida, así como existen espacios vacíos que esas personas dejan al marcharse, ¿o somos nosotros quienes se han marchado?
La vida tiende a atormentarnos cuando creemos haber alcanzado la felicidad, y es que la felicidad es algo tan simple que nos complicamos para hacerla ver más valiosa. Es increíble como el batir de las alas de una mariposa puede hacernos tan felices y una gota de lluvia tan miserables.
De esa manera hacemos del amor, algo tan sublime y etéreo, parecer una tortura impía e inaudita.
Traté de mantenerte cerca de mi y vivir contigo hasta quemarme, pero eso sólo resultó en nuestra decadencia, aprendí que los sentimientos no pueden ser forzados, que amar es algo que haces no algo que intentas.
Comprendí que sólo puedes amar cuando estás listo, no cuando estás solo. Y me aferré a la idea de amor que proyectabas hasta que fue demasiado para mí y decidí crecer.El destino me había preparado demasiadas cosas como para renunciar a ellas sólo por ti, y tú aún podías trazar un sin número de metas que estaban ahí, esperando por ti.
Si lo hubieras pedido, habría estado ahí para ti cuando me hubieras necesitado.
Los caminos que no llevan a ninguna parte tenían sentido en el pequeño pueblo de Vernon... porque todos llevaban a aquel lugar que tenía tu nombre impregnado en sus claras aguas y el recuerdo de nada, exactamente así, las memorias de una amistad y un primer amor con el ligero toque agridulce de un amor no correspondido que abrace durante un tiempo.
El tiempo suficiente para hoy poder reírme de mí mismo en aquella situación, tan ingenuamente cayendo por ti y tú tan cutre, sumido en tu ignorancia.
Debió ser cómico para mi padre el desenlace del resto.
Cuando tras la discusión comenzaste a ignorarme y a pasar el tiempo con Saddie, una chica del pueblo, una niña de mejillas rosa y largo cabello castaño, que siempre llevaba un libro entre sus manos, probablemente uno de esos que leen las chicas, los que te llenan la cabeza de ideas utópicas de cómo debe ser el amor, el romance y entremezcla todos los sentidos pero te hacen sentir placer al leerlos. Un placer simple que se expresa en cosquilleos emotivos que contagian al alma.
Y yo continué estudiando por mi cuenta, rendí mi examen de ingreso a la Universidad, esta vez a una lejos del profesor Nikhil, una al sureste de Oregón, en Nevada, me esforcé al 101% para alcanzar el mejor puntaje y cursar Astrofísica con éxito.
Mi madre me regaló un auto, aunque aun era ilegal para mí conducirlo, ella consideró que sería necesario para poder volver a visitarlos más seguido... Aunque no lo hice durante los próximos años, probablemente porque no quería ir a parar a aquellos lugares que ahora llevan tatuado tu rostro, porque jamás me olvidé de ti.Nunca tuve la oportunidad de decirte aquellas palabras, nunca pude despedirme. Era exactamente ese sueño, esa fantasía culpable de quedarme para que tomaras mi corazón entre tus dedos y apretaras con fuerza, la necesidad de mi ser de rendirse ante alguien que no necesariamente debías ser tú, pero lo fuiste... Hoy puedo darme cuenta de que fui quién tuvo el poder de elegirte, tal vez fue la manera en que nos conocimos, nuestros contextos intelectuales en los que podía sentir cierta ventaja que luego se veía opacada por tu experiencia... Mi ego competía por colonizar lo que tú simbolizabas y convertirlo en Benedict, en mi ser, quería ser como tú un poco, quería hacer de ti lo que habían hecho conmigo y a la vez ceder para deliberadamente perecer en tu presencia.
Porque el amor para mí se había convertido en una serie de eventos letales y no me sentía del todo capaz de soportar más, y anhelaba fortalecerme.
Necesita abrir mis alas y volar.
Tal vez si me hubieras amado lo entenderías, pero no te culpo por la rareza de mis sentimientos y tu poca capacidad de entendimiento a los mismos.
Acepto la culpa de mis acciones, cada angustia y cada yerro que ocurrió en mi existencia por el simple hecho de que te permití entrar en mi corazón y ahora te necesitaba fuera, eran únicamente mi problema.
Y entonces, te solté. Porque como Rabindranath Tagore una vez escribió:
"Dijo el poder al mundo, «Eres mío». Y el mundo lo mantuvo cautivo en su trono. Dijo al mundo el amor, «Tuyo soy». Y el mundo le brindó la libertad de su hogar."
Y fuiste libre...
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cuando decimos adiós.
RomanceBenedict tiene el don de la sabiduría, siempre ha podido comprenderlo todo con rapidez y habilidad, no es de extrañar que su vida cambie fugazmente cuando ante él, la sonrisa del misterio más grande del universo, lo haga olvidar hasta su nombre y ap...