Hermione
- Buenos días. - Abrí un ojo, para toparme con la mirada de Draco a solo un par de centímetros de la mía.
- Hola.- Susurré, mientras me estiraba en la cama.
- ¿Cómo dormiste? - Preguntó, en el mismo momento en el que yo tomaba conciencia de nuestra posición.
Estaba acostada sobre Draco, con una pierna a cada lado de su cintura, mientras uno de sus muslos se rozaba suavemente con aquél punto sensible entre mis piernas.
Roja como un tomate, me giré, hasta caer de espaldas sobre el colchón, ignorando la risita de Draco.
- Dormí bien. ¿Y tú?
- Perfectamente. - Su voz, algo más ronca que lo normal debido a que recién se levantaba, me erizó los bellos de los brazos.
Lo observé de reojo.
Sus ojos grises estaban algo entrecerrados, y sus cabellos revueltos me incitaban a pasar una mano por ellos. Su torso estaba desnudo, y no pude evitar pasear mi vista por él.
¿En qué momento se habría quitado la camisa?
Inspiré profundamente, mientras sentía unas suaves cosquillas en mi abdomen.
- ¿Ves algo que te guste?
Levanté la vista de golpe, para toparme con sus ojos clavados en mí, mientras me sonreía divertido.
- Eres increíblemente egocéntrico. - Susurré mientras me giraba, dándole la espalda para levantarme de la cama.
Me cogió por la cintura en el último momento, y me atrajo hasta que mi espalda chocó contra su pecho.
- Pero te gusto.
- Pff.
- Hermione... - Susurró, mientras sus labios se deslizaban por mi cuello. - Te deseo.
- Draco, no. - Intenté sonar firme, pero mi voz era un tembloroso susurro en ese momento.
- Dilo. Te gusto.
- No.
- Eres una mentirosa.
- Draco... - Pegué un respingo cuando su mano izquierda encontró uno de mis pechos, y lo apretó cariñosamente.
Dios santo. Nunca había sentido nada parecido con solo un toque.
- Dilo. - Siguió acariciando mi pezón con su pulgar por sobre el sweater, haciéndome jadear. - Dímelo, pequeña.
- ¿Qué...Qué cosa? - Soltó una risita al notar el efecto que tenía sobre mí.
- Te gusto.
- ...Sí.
- Perfecto.- Me soltó, y me giré para mirarlo, roja de furia. Estaba acostado, con ambos brazos detrás de la cabeza, sonriendo con suficiencia.
- ¿Qué mierda fue eso?
- Necesitaba sacarte la verdad, y lo hice.
Bufé, levantándome de la cama.
Estaba acalorada.
Qué mierda. Estaba a punto de prenderme fuego.
Increíblemente incómoda, cerré la puerta del baño con un golpe, ignorando las risas de Draco a mis espaldas.
Salí del cuarto de baño, estrujando de mi cabello el agua sobrante.
Seguía lloviendo, y las gotitas empapaban el ventanal con insistencia.
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Suya-Dramione
FanfictieÉl era un mafioso. Ella, una simple universitaria. Lo último que esperó Hermione al ser secuestrada, era terminar en las manos de un hombre como Draco Malfoy. Terriblemente poderoso, posesivo y seductor. Draco no sabía por qué la había aceptado como...