XVIII

4.8K 260 59
                                    

Hermione

- Veamos qué tenemos aquí... - Alguien quitó la venda de mis ojos, y parpadeé para adaptarme a la tenue luz del lugar. Gruñí cuando arrancaron la cinta de mi boca sin ninguna delicadeza, y entrecerré los ojos.

Había un hombre parado frente a mí.

¿Quién sería?

Era realmente aterrador.

Su piel cetrina brillaba bajo las lámparas amarillas, su sonrisa destilaba crueldad y sus ojos era fríos como un témpano. Me estremecí.

- Hermione, Hermione... - Susurró mi nombre en voz muy baja, mientras caminaba alrededor de la silla en la que estaba atada. - Así que tú eres la famosa Hermione. - No respondí, y seguí intentando controlar mis nervios. - Yo soy Tom, Tom Riddle. Seguro que tu novio te habló de mí, ¿Verdad?

Volvió a pararse frente a mí, justo en el momento en que una ola de furia me recorría entera.

Era él. Este hijo de puta era quien había asesinado a los padres de Draco. Quien le había arrancado su infancia.

-¿ Verdad? - Repitió, su voz convertida en acero, mientras se inclinaba sobre mí.

Giré el rostro. Tenerlo cerca me repugnada.

- ¡Respóndeme! - Espetó, justo antes de estrellar su alargada mano contra mi rostro.

Cerré los ojos con fuerza, sintiendo el ardor en mi mejilla derecha e intentando contener las lágrimas. Saboreé el salado gusto de la sangre con amargura.

- Respóndeme. - Volvió a repetir.

- No.

- ¿Qué?

- No me habló de ti. - Mentí, con la voz patosa y ronca.

- ¿Ah, no? Pues, yo te contaré quien soy, pues...b- Se irguió, y volvió a caminar a mi alrededor. - Soy un mafioso, igual que tu novio. - Torcí el gesto. Mi novio. - Uno al cual el hijo de puta de Malfoy se encargó de destruir. Sólo dos semanas le bastaron. - Dejo escapar un sonido entre gruñido y bufido que me puso los pelos de punta. - ¿Y sabes por qué lo hizo? ¡Porque se le dio la puta gana! Nunca me inmiscuí en sus negocios, pero en cuanto supe que estaba tramando algo en mi contra, tuve que investigar. Sólo fui a su casa a hablar con él, pero ya había desaparecido. - Sacudió la cabeza mientras se cruzaba de brazos y se paraba frente a mí. - Luego comenzó a hacerlo. Uno por uno destruyó todos y cada uno de mis negocios. Y, querida, entenderás que debo vengarme, ¿Verdad? - Otra vez aquella sonrisa escalofriante.

- Él no es mi novio...

- ¿Perdón?

- Draco no es mi novio.

Tom frunció el ceño.

- ¿Y entonces por qué te tiene contigo? - Me limité a encogerme de hombros. - ¡Responde! - No lo hice, no podía hablar sin que se me quebrara la voz. - Suéltenla. - Espetó, visiblemente furioso.

En ese instante, dos hombres comenzaron a liberar mis manos y pies con rudeza, y me empujaron hacia adelante para dejarme de pie.

- Aprenderás a obedecer, te guste o no, ¿Oíste perra? - Tom se acercó tanto a mí que podía sentir el olor rancio y desagradable de su aliento, y tomó mi rostro con una mano, apretándome y haciéndome daño. - ¿¡Oíste perra!?

Me quedé sin aire cuando impactó el puño de su mano libre sobre mi vientre, haciéndome doblarme del dolor. Me soltó la cara, dejándome caer al suelo, y quedé tendida de lado sobre el frío cemento, intentando recuperar la respiración.

Suya-Dramione Donde viven las historias. Descúbrelo ahora