Hermione
Me estiré y abrí mis ojos lentamente.
Todo está muy oscuro.
Inspiré con fuerza, sonriendo al sentir el glorioso aroma de Draco impregnado en mí.
Sentí su duro pecho en mi espalda, y su brazo rodeando mi cintura posesivamente.
Intenté moverme, pero Draco emitió un pequeño gemido y me apretó con más fuerza. Roja como un tomate al recordar lo que había pasado hace unas horas, giré dentro de sus brazos, y me encontré con el rostro de Draco a escasos centímetros del mío.
Dios santo, es extremadamente adorable cuando duerme.
Su rostro está relajado, y sus labios no poseen aquella típica mueca sarcástica. Parece un niño pequeño.
Levanté mi mano derecha para acariciar su mejilla con suavidad, y Draco suspiró.
- ¿Siempre miras a la gente cuando duerme?
No abrió los ojos, y su voz sonó muy baja.
Sonreí.
- Oh, sí. Es un pasatiempo de lo más entretenido.
Draco abrió los ojos durante unos segundos, y luego los volvió a cerrar, mientras una tenue sonrisa se expandía por su rostro.
- ¿Ya es de noche?
- Sí. Dormimos todo el día.
- Mhm. - Draco rodó hasta dejarme debajo de él, y enterró su rostro en mi cuello.
- ¿Qué haces?
- Tomemos un baño. - Se limitó a responder, para luego ponerse de pie y tenderme una de sus mano. - Vamos.
La tomé, y lo dejé guiarme hacia la gigantesca bañera.
- ¿Por qué todo el tan grande aquí? - Susurré, y él soltó una carcajada, mientras abría la llave del agua caliente, y luego se giraba para mirarme intensamente.
Con un sonrojo, caigo en la cuenta de que estoy desnuda, igual que él. Me apresuré a darme la vuelta, dispuesta a buscar algo con lo que cubrirme en ese instante, pero Draco rodeó mi cintura con los brazos y me estrechó con fuerza por detrás, enterrando su rostro en mi cabello.
- Estoy desnuda. - Susurré.
- Lo sé, y me encanta. Tú me encantas. - Me hizo girar entre sus brazos y me sonrió torcidamente. - ¿Pensaste que nos íbamos a bañar vestidos o qué?
Rodé los ojos, apretándome más contra él para cubrir mi desnudez, y Draco gruñó levemente.
- No estoy acostumbrada a andar desnuda al frente de... la gente.
- Demos gracias a Dios por eso. - Susurró, y luego me tomó en brazos, sumergiéndome en la bañera. El agua estaba caliente, y me relajé en cuanto entré en contacto con ella. - Siéntate. - Me ordenó, y obedecí al tiempo que lo miraba con una ceja alzada.
- Eres un dictador. - Le reproché, y Draco sonrió mientras se metía en la bañera detrás de mí, quedando con sus piernas a mi alrededor, y su pecho contra mi espalda.
Me abrazó, mientras dibujaba círculos con sus manos cobre mi vientre, y yo inhalé con fuerza al sentir su erección contra mi baja espalda.
- Me gusta que me obedezcan. - Respondió con simpleza.
Estuve a punto de contestarle, pero reemplacé las palabras mordaces por un gemido en cuánto su mano entra en contacto con mi intimidad.
- Draco... - Me mordí el labio con fuerza, sintiendo sus hábiles dedos acariciarme allí abajo.
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Suya-Dramione
FanficÉl era un mafioso. Ella, una simple universitaria. Lo último que esperó Hermione al ser secuestrada, era terminar en las manos de un hombre como Draco Malfoy. Terriblemente poderoso, posesivo y seductor. Draco no sabía por qué la había aceptado como...