Capitulo 2

3.8K 188 15
                                    

Ambas caminaron rumbo a la oficina de la mujer. Iban a paso firme sin levantar sospechas. A Lauren no le gustaba los rumores. Le encantaba tener el perfil alto, pero sin escándalos que le hiciesen ver mal en su personalidad fría y calculadora.

—¿Qué está haciendo? — dio un pequeño sorbo a su bebida, se acomodó de nuevo el cabello y con la palma de su mano verifico su temperatura. Al parecer las alteraciones le hacían sufrir pequeñas elevaciones en su temperatura corporal.

Giró levemente su cabeza observando a través del ventanal el comportamiento del sujetó, —camina, camina. Creó que enloqueció—. Observó a la mujer frente a ella, negó suavemente e inclinó la cabeza hacía a bajo. Tomó un ligero un respiro preparándose para el mayor drama del hombre.

—No lo hagas Austin. No lo hagas— susurró levemente implorando que sus demonios internos no salieran a flote.

Pero sus plegarias no fueron escuchadas. Al oír la voz gruesa del hombre se activaron todos sus mecanismos de defensa contra imbéciles.

Austin estaba más que decidido. A paso seguro se detuvo unos cuantos pasos atrás de Lauren y prácticamente grito llamando la atención de toda la oficina.

—¡Tú! — le apuntó con el dedo, —venenosa lagartona.

Todos los empleados miraron estupefactos a Austin.

—¡No puedes despedirme! — se tocó el pecho con sus lentes.

Ambas mujeres se giraron prestando toda su atención al hombre. Lauren se recargo en el escritorio más cercano, mientras que Camila se ostentaba a sentarse en el mueble de roble blanco. La pelinegra negaba suavemente mientras escuchaba los alaridos del joven. Hizo una mueca y lo miró fijamente tratando de tranquilizar su furia. No le gustaba para nada el tono altanero y su egocentrismo del joven.

—¡¿Tú crees que no se lo estás haciendo?! Me regañas por lo de Verónica para quedar bien ante todos. Porque te sientes amenazada por mí.

Todos prestaban suma atención a la escena. En sus rostros se podía apreciar la intriga y desesperación al ver la tranquilidad de la mujer.

Lauren sólo sonreía amargamente, lo miró asintiendo con la cabeza ante cada reclamo dado por el hombre.

—¡Tú eres un monstruo! Uno muy hermoso y sexi, pero esa belleza es arruinada por tu horrible carácter. Los monstruos, aunque sea muestran un poco compasión, pero tú, sin en cambio, no muestras nada— mostro su sonrisa egocéntrica. —Eres solo un bloque de hielo.

Tenía la seguridad que podía ganarle.

—Austin, basta...

Serena miró a cada uno de los presentes intimidándolos para que comenzarán a trabajar y atendiesen sus puestos de trabajos.

—Sólo porque no tienes nada parecido a una vida.

Camila miro a cada uno de los presentes y sonrió de manera incomoda.

—Fuera de esta oficina, ¿crees que puedes tratarnos como tus esclavos personales? — resalto las últimas palabras llamando aún más la atención de todos.

Lauren elevó una ceja, sus pupilas se contraían mostrando su molestia y desesperación. Tomó un sorbo de su café tratando de mantener la calma y no exaltarse ante sus palabras. Estaba harta de la situación, las excusas poco creíbles, las mentiras y el hablar sobre su persona le afectaban de forma que su personalidad cambiaba y dejaba a todos callados sin respuesta alguna. Estaba lista para defenderse, pero necesitaba que el hombre frente a ella terminará para dejarle en vergüenza.

—¿Sabes qué? Siento pena por ti. ¿Por qué sabes que habrá en tu lecho de muerte? Nada ni nadie— soltó una suave carcajada llena de satisfacción.

Camila conocía muy bien a su jefa, suspiró y susurro suavemente "estás cavando tu propia tumba, hombre". Su mirada se fundió en el suelo.

—¿Ya has terminado? — lo miro de arriba abajo.

El joven no le contesto solo la miro.

—Quiero que pongas mucha atención mi querido Austin. No te despedí por sentirme amenazada por ti, porque solo eres un empleado más— se cruzó de brazos y se inclinó invadiendo el espacio personal del hombre. —Te despedí por holgazán, arrogante, incompetente y por pasar más tiempo engañando a tu esposa que en esta oficina.

La propuesta. (Camren g¡p) [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora