Capítulo 11

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El lugar estaba decorado hermosamente, había una gran cantidad de platillos deliciosos, toda era típica de diferentes lugares del mundo, la gente degustaba, todo era tranquilo, unos cuantos platicaban, otros observaban el hermoso paisaje, la castaña le gustaba aquella casa, le encantaba la vista, le encantaba la tranquilidad, le gustaba el silencio. Ambas jóvenes se encontraban caminando entre la multitud, saludando amablemente, Camila aun seguía molesta, la ojiverde no entendía el comportamiento de esta, estaba molesta con ella, o con su madre, pero la castaña sonreía, solo lo hacia para ocultar aquel rostro molesto.

Una joven rubia, no tan alto, saludo a la ojiverde cortes-mente.- Es un gusto conocerte señorita Jauregui, bienvenida a Sitka, encantada mucho gusto.- Le toma la mano y le regalo una sonrisa.- Encantada Natalie.- Le sonrió de la misma manera, la castaña la miro y sonrió.

¿Porque no me dijiste que eran como los Kennedy de Alaska?.- La ojiverde la miro y sonrió de manera arrogante bufo y frunció el ceño, mientras caminaban hacia la mesa de bufetes .- ¿Cuando?, te la has pasado hablando de ti los últimos cinco años.- Contesto con una sonrisa irónica, y la miro seriamente.

La ojiverde la tomo de la polera negra, la jalo aun costado.- Ven acá, sabes que, tiempo fuera, si.- Hizo señas con ambas manos.- Tenemos que terminaron estas discusiones, deben creer que estamos enamoradas así..- La joven no termino su frase, cuando su joven asistente la interrumpió.- Oye no hay problema, puedo hacerlo, puedo fingir ser la prometida mimada, eso es fácil, ¿no crees?.- Pregunto señalando a la ojiverde.- Bien.- Conesto ella.

Pero para ti, no se que tan fácil sea, dejar de parecer en las pesadillas de los demás.- Frunció el ceño.- Ja ja, muy gracioso.- Comento con una sonrisa sarcástica y molesta.- ¿Cuando les dirás que estamos comprometidos?.- Una pareja miraba la escena de aquellas dos jóvenes, no entendían muy bien de lo que hablaban.- Encontrare el momento.- ¿Que estas?...- Interrumpió la ojiverde.

Hola, Camila.- La castaña giro levemente para mirar aquella señora hermosa, que estaba a unos cuantos pasos lejos de ella, se asombro y estiro su brazo.- Hola.- Comento de nuevo la señora, la castaña, sonrió y camino hacia ella.- Señora Hansen, ¿como esta?, que gusto verla.- La abrazo cariñosa-mente.- Señor Hansen.- Saludo a hora el joven señor que se encontraba a un la de su esposa, el señor miro a la ojiverde y frunció el ceño.

Señor y señora Hansen, ella es Lauren Jaurgui, Lauren, ellos son los padres de Dinah Jane.- Ambos señores le sonrieron y le estiraron la mano en forma de saludo.- Un placer, hola mucho gusto.- Ambos señores miraron a la castaña, y la señora Hansen pregunto.- Siempre he querido saber, ¿un editor de libros que hace?, ¿y en que trabaja mi "pequeña hija".- La castaña iba contestar cuando su padre llego a interrumpir.

Bien es una pregunta, Milika, tengo curiosidad por oír la respuesta.- La castaña se quedo ahí parada, sorprendida, aquel acto, la miro sobriamente, mientras la ojiverde estaba petrificada, estaba desconcertada.- Hola.- Saludo la castaña.- Hija.- Miro unos cuantos segundos a la joven, después desvió su mirada hacia la ojiverde.- ¿Ella debe ser Laur?.- Sonrió y la miro con un semblante serio.

Lauren.- Lo corrigió y le estiro su brazo para saludarlo.- Un placer señor Cabello.- El señor acepto el saludo y sonrió.- El placer es mio.- Contesto, la castaña observaba la escena con, no sabia como explicarlo, estaba molesta.- Y am, ¿porque no nos dicen que hace exactamente una editora-empresaria?, ademas llevar escritores a comer, comprar miles de cosas, gastar mucho dinero, consumir porquerías.

La castaña se molesto ante estos comentario fuera de lugar, estaba cabreada, la actitud de su padre no fue la correcta, los señores Hansen solo sonrieron y miraron a la castaña, la señora Milika soltó una leve risilla.- Suena divertido.- La ojiverde miro a la señora y sonrió.- Con razon te gusta mucho ser editor.- El padre de la castaña se giro para observar a la señora y contesto con frialdad.

No, no, Milika, Camila no es editora, solo es una asistente.- La castaña respiraba pesadamente, en su cara había frustración.- Laur, es la editora.- Tomo el vaso de vino que tenia, la ojiverde lo estaba matando con la mirada.- Lauren.- Respondió con cierto tono la editora, ademas de una sonrisa siniestra.

El lugar se estaba tornando incomodo, todo había quedado en completo silencio, en un silencio incomodo, pero el señor Gordon Hansen se encargo de romperlo.- Entonces tu eres.- Señalo a Lauren y después a Camila.- Es la jefa de Camila.- La castaña frunció su ceño y asentía con la cabeza, en su interior quería golpear a su padre, mano izquierda estaba cerrada en un puño, estaba pálido, muy pálido a decir verdad.

Wow!, que sorpresa.- Comento de nuevo el señor Hansen.- Rellenare mi vaso.- Comento el padre de la castaña con un tono molesto, y camino hacia la mesa donde se encontraba aquella bebida, la joven estaba hecha una... Bueno miro a la ojiverde.- Simpático.- Comento colocando sus brazos en sus caderas, la castaña se marcho sin decir nada.

La ojiverde se quedo platicando unos momentos con los padres de la polinesia, la castaña detuvo a su padre.- Que bonita primera impresión, p-a-p-á.- El hombre se giro.- ¿Qué quieres Camila?, te apareces aquí después de tanto tiempo con esta mujer, que odiabas y ahora es tu novia.- Comento con sarcasmo.

Camila se molesto mas.- Apenas llegamos, no pueden pasar dos segundos antes de iniciar una discusión.- Su padre bajo su cabeza.- Jamas creía que fueras de las que logra subir de puesto de esta, forma.- Acentuó la ultima palabra, la castaña sonrió sinicamente y se cruzo de brazos.

De hecho te diré que esa mujer que esta ahí, es una de las mas respetadas editoras de la cuidad.- Es tu boleto, y la trajiste a casa a conocer a tu madre.- Interrumpió el hombre con voz molesta.- La castaña negó rotundamente.- No, no, ella no es ningún bolete papá.- El señor la miro confundido.- Ella es mi prometida, papá.

El hombre miro seriamente a la morena y con la voz mas gruesa pregunto.- ¿Que dijiste?.- La castaña bajo la guardia.- Lo que escuchaste papá, me voy a casar, y no me importa lo que digas.

Se retiro molesta la morena, el hombre tomo aquel envase y lo virtio llenando su copa. Mientras tanto la editora-empresaria, camino hacia un mesero el cual, le invito un bocadillo, ella acepto pero apenas lo coloco en su boca, la escupió al escuchar a la castaña.- Damas y cabelleros, tengo un anuncio que hacer, Lauren y yo nos vamos a casar.- La ojiverde se disculpo con el mesero Brad.- No te preocupes, yo no la lavo.- Le sonrió coquetamente, el cual la empresaria ignoro por completo. 



La propuesta. (Camren g¡p) [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora